Lo contamos en nuestra crítica, y sus 10 nominaciones a los Óscar 2019 (la película más nominada junto a 'Roma' de Cuarón) no hacen sino refrendarlo: después de la extravagancia de 'Canino' y 'Alps', y de su salto a Hollywood con películas extrañas pero aún situadas fuera de los márgenes, como 'Langosta' y 'El sacrificio de un ciervo sagrado', Lanthimos da un paso más en su cuidadosa integración en la industria sin perder su preciada fama de outsider. Y su tolerable extrañeza es premiada con una avalancha de nominaciones que quizás sean un regalo envenenado.
'La favorita' es, premios aparte, un indiscutible punto y aparte en la carrera de Lanthimos. Por primera vez en su carrera trabaja con un guión en el que no ha metido mano y en el que además no ha participado su compinche habitual Efthymis Filippou. Este guión, escrito por Deborah Davis y Tony McNamara (y, obviamente, también nominado, aunque de ganar sería la pareja de premiados más extraña de los últimos tiempos), llevaba un par de décadas dando tumbos por los despachos de Hollywood hasta que Lanthimos expresó su interés en él. Y como colofón, es una película de época, primera en la obra de un director que siempre se ha expresado en términos contemporáneos.
Por todos es sabida la devoción de los Óscar por las películas de época, que permite premiar cuestiones técnicas relacionadas con la ambientación (la fotografía, el vestuario, las interpretaciones afectadas) mientras que, si procede, se reconocen los méritos a un director que, si es lo suficientemente hábil, puede conservar sus rasgos de autor pese a los corsés literales y metafóricos. En el caso de Lanthimos, es obvio que lo logra, y posiblemente eso ha llamado la atención de la Academia, en la misma medida que la exquisita, ostentosa, excesiva ambientación cortesana de 'La favorita'.
Porque 'La favorita' es una película inequívocamente Lanthimos. Su visión del género humano es sarcástica y caricaturesca, aunque se centre exclusivamente en el género femenino. Son mujeres, al fin y al cabo, con poder, y por eso caen en las mismas ridículas ambiciones y pasiones deleznables que los hombres. Lanthimos vuelve a no dejar títere con cabeza en su visión de cómo nuestras convenciones sociales (de las carreras de patos a los bailes de salón) nos martirizan y atan de pie a manos, un discurso que lleva desarrollando -si bien con tintes anteriormente lindantes con el terror surrealista- desde 'Canino'.
Los problemas de 'La favorita'
¿Quiere esto decir que 'La favorita' va a arrasar? Tenemos un par de precedentes que nos hacen pensar lo contrario. El primero son los Globos de Oro: de cinco nominaciones, todas muy notables y merecidas, solo se llevo el premio Olivia Colman. Habrá que ver cómo se portan los BAFTA en febrero, donde 'La favorita' es la película más nominada, con 12 categorías, y de donde puede salir como gran triunfadora o como descalabro sin precedentes.
El segundo obstáculo es su competidora directa en los Oscar, 'Roma' de Alfonso Cuarón. Si Lanthimos ha conseguido con 'La favorita' equilibrar exquisitez estética y sello de autor, Cuarón ha llevado a cabo un logro similar, pero mucho más accesible: estéticamente es aún más ostentosamente recargada que 'La favorita'. Por ejemplo, el trabajo del editor de Lanthimos, Yorgos Mavropsaridis, es extraordinario, subrayando algo tan complejo como las relaciones de poder entre las tres protagonistas.
Pero Cuarón, hiperexpresivo y ostentoso, pone sobre la mesa una película visualmente cautivadora y mucho más fácil de disfrutar por su belleza formal. La exquisitez de la película de Lanthimos está en el retrato deforme de la vida de palacio; la de Cuarón, en su perfección estética. Los Oscar no tienden a premiar el sarcasmo: directamente, no suelen entenderlo.
Lo cual me hace pensar... ¿no podría ser este uno de esas películas multinominadas que parece que van a la ceremonia a llevarse un chasco? 'Ciudadano Kane', nueve nominaciones, una estatuílla. 'La delgada línea roja', siete nominaciones, cero estatuíllas. 'Pozos de ambición', ocho nominaciones, dos estatuíllas. Porque sabemos que si bien la buena fotografía y las películas de época gustan en los Óscar, lo que gusta algo menos es el riesgo y la retranca.
¿Es esto un mensaje de los Oscar a Lanthimos? Curiosamente, la otra gran contendiente a arrasar en los premios es una historia no estadounidense, hablada en español, y de un director no norteamericano... aunque con un estilo, un gusto y unas pretensiones mucho más inmersas en la industria. Por mucha rareza que suponga 'Roma', Lanthimos es más peligroso: aún está por domesticar. Veremos si los Óscar tragan con eso.
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