Ya ha pasado la resaca de los Óscar y es momento de mirar los restos del naufragio. O, lo que es lo mismo, unas audiencias que, aunque mejoran las del año pasado, siguen palideciendo comparadas con las de hace años. En total, casi 19 millones de espectadores en Estados Unidos (18,7 para ser más exactos) conectaron con Kimmel, un 12% más que en 2022. Y los motivos hay que buscarlos más allá del tortazo de Will Smith.
And the public goes to...
Quizá la gala hubiera llegado a la barrera psicológica de los veinte millones si no fuera porque se enfrentaba con el final de 'The last of us', que arañó espectadores ansiosos de drama apocalíptico. Pero lo cierto es que la elección de películas era más potente que la del año pasado ('Todo a la vez en todas partes' es inmensamente más popular que 'CODA') y Jimmy Kimmel siempre cae moderadamente bien: es como el anti-bofetón, sabes que va a ser predecible en el buen sentido de la palabra.
Recordemos que en 2021, con la pandemia aún sobre nosotros, la extraña gala creada por Steven Soderbergh fue seguida solo por 10,5 millones, un mínimo histórico. El retorno a la normalidad, incluso en un panorama de decrecimiento de los espectadores de la televisión lineal, ha dado como resultado esta victoria relativa para unos Óscar que quizá deban conformarse en lugar de hacer inventos con gaseosa.
Quizá la solución para volver a ser relevantes, además de premiar a los actores más queridos por el público (Brendan Fraser, Ke Huy Quan, Jamie Lee Curtis, Michelle Yeoh) pasa por permitir la emisión por Twitch, donde no pocos comentaron la ceremonia sin imágenes ante su público. Ante nuevos tiempos, nuevas medidas. Hay que tener en cuenta que en un mundo televisivo en el que los Emmy tocan fondo bajando de los seis millones de espectadores, los Grammy se alegran de pasar de los 12,5 y los Tony se quedaron en algo más de 3, conseguir casi 19 millones es un éxito rotundo para un público cada vez menos interesado en el star system, los premios y el cine en general. Veremos en 2024 si todo fue un espejismo provocado por el sopapo o la gala tiene futuro sin necesidad de introducir grandes cambios.
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inferno2
Soy el único que leyó la lista de ganadores al otro día por internet ... ni me gaste en ver la premier, los vestidos, la alfombra, los discursos y ese show de pantomimas falso... ni hablar de esos discursos moralistas que pretender cambiar al mundo a través de un premio
Ladderman
Llevo un montón de años viendo la gala en directo y llegando al día siguiente zombie a los sitios. No sé si es una cuestión de ahora o viene de antes, porque años atrás aún los escuchaba por la radio o los veía por Movistar y ahí siempre rellenaban un poco los descansos, pero ahora que pongo la gala en directo con los anuncios originales cada año flipo más con la cantidad de pausas que tiene y la duración de dichas pausas publicitarias. Siempre se habla de problemas de ritmo y demás, pero lo que más me alucina es que están todo el rato poniendo publicidad hasta el punto de que la cosa se vuelve completamente insufrible pasada la primera hora. Tres horas de gala con más de una hora de anuncios no solo es insufrible para la generación TikTok, a mí también me duele.
heimndal
Quizas, en tiempos de participacion via redes, que dividan en dos galas bien distintas....Donde en una las elecciones de las peliculas y los ganadores los siga haciendo la academia, y otra donde las elecciones de las peliculas las hagan los espectadores y los ganadores los siga eligiendo la Academa....Si, serian dos galas, pero no me cabe duda de que la mas vista seria la participativa.