El drama de los Oscars es que 4 de las películas más importantes del año se han ido de vacío frente a 'Todo a la vez en todas partes'... pero no pasa nada

El drama de los Oscars es que 4 de las películas más importantes del año se han ido de vacío frente a 'Todo a la vez en todas partes'... pero no pasa nada

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Dicen que nunca llueve a gusto de todos. Esta expresión popular puede aplicarse a cualquier ámbito que se nos ocurra, y la última temporada de premios cinematográficos no iba a ser una excepción; especialmente en lo que respecta a una ceremonia de entrega de los Óscar en la que el reparto de condecoraciones en las categorías principales no fue equitativo, que digamos.

Por mucho que estén saliendo detractores hasta de debajo de las piedras tras su triunfo —se ve que ahora es mainstream y hay que aborrecerla—, 'Todo a la vez en todas partes' fue una sorprendente y justa ganadora de las estatuillas más preciadas de la noche, incluyendo las de mejor dirección, mejor película y mejor guión original. Unas victorias que, por otro lado, ayudaron que se se fuesen de vacío cuatro de los largometrajes más celebrados del año.

Todos los Óscar, a la vez, en un sólo bolsillo

El primero de ellos fue 'Elvis' de Baz Luhrmann, que vio cómo sus ocho nominaciones resultaron infructuosas ya no sólo por culpa de los Daniels, sino debido al éxito de Brendan Fraser en la categoría de mejor actor gracias a 'La ballena' —que también le arrebató mejor maquillaje y peluquería—, por la potente irrupción de 'Sin novedad en el frente' en los apartados de mejor dirección de fotografía y mejor diseño de producción y por el Óscar de consolación al mejor sonido para 'Top Gun: Maverick'.

Otra de las grandes damnificadas de la noche fue 'Tár', que en ningún momento partía como favorita para los premios gordos, pero que contaba con la baza de Cate Blanchett para anotarse un tanto. Como sabemos, Michelle Yeoh le comió la tostada, y el montador Paul Rogers también le arrebató otra oportunidad de parte de 'Todo a la vez en todas partes'. La sexta nominación en discordia, a la mejor dirección de fotografía, la perdió frente a Alemania.

Steven Spielberg y sus 'Fabelman' también abandonaron el Dolby Theatre cabizbajos y con las manos vacías. Si bien es cierto que su director era el mejor posicionado para amasar un premio junto, tal vez, al compositor John Williams —lo cual no significa que fuesen favoritos— hubo fiasco en ambas categorías, así como en las otras cinco en las que participaba, cortesía de las mencionadas cintas de A24 y Netflix.

Y, para terminar, el cuarto filme en discordia no es otro que 'Almas en pena de Inisherin', que encabeza la lista de las derrotadas con nueve nominaciones que cayeron en saco roto. De nuevo, los premios de los sindicatos y el cariz estadístico de los Óscar la dejaban prácticamente sin opciones en ninguna de las categorías, sonando únicamente con fuerza en la categoría de guión y contando un mínimo de opciones en la de actor principal gracias a Colin Farrell; aunque esto último era más cuestión de ilusión que otra cosa.

Los otros Oscar

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¿Qué significa todo lo expuesto hasta el momento? Una de las lecturas que puede darse a lo acontecido la pasada madrugada del 12 al 13 de marzo es que la academia de Hollywood ha optado por dar un puñetazo sobre la mesa y reivindicar su lado más imprevisible —dentro de lo tremendamente previsible que ha sido todo— y a ese "otro cine" que, guste o no —el señor Carlos Boyero no se lo está tomando demasiado bien— es el presente y el futuro de la industria.

Porque, sí, haber dado el Óscar a la mejor dirección a un par de treintañeros excéntricos cuya primera película era sobre un cadáver que se tira pedos —descrita así por ellos mismos— y haber otorgado el galardón a la mejor película a un largometraje indie de ciencia ficción y artes marciales presupuestado en catorce millones de dólares —sin contar promo y distribución— es lo más punki y rupturista que se puede imaginar. Sobre todo teniendo enfrente a pesos pesados veteranos como Spielberg, McDonagh, Field o Luhrmann.

¿Merecían 'Tár', 'Elvis', 'Almas en pena de Inisherin' y 'Los Fabelman' algún Óscar? Probablemente. ¿Es un drama digno de que nos rasguemos las vestiduras que no hayan obtenido ninguno? En absoluto. Después de todo, hay que recordar que la academia de Hollywood no es la beneficencia y que está compuesta por un buen puñado de miembros que han votado en base a sus filias y fobias. Además, ¿qué gracia hubiese tenido volver a ver a Spielberg recogiendo un premio otra vez?

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