Por fin: Narciso Ibáñez Serrador recibirá el Goya de Honor 2019

Era una simple cuestión de tiempo. La Academia del Cine Español ha decidido conceder el Goya de Honor 2019 a Narciso Ibáñez Serrador, un director y guionista que jugó un papel esencial para el auge del del terror y la ciencia-ficción tanto en la televisión como en el cine español.

Tras colaborar con su padre, el legendario Narciso Ibáñez Menta, en varias producciones argentinas, Ibáñez Serrador regresó a España para participar en varios episodios de 'Estudio 3', donde se adaptaban clásicos de la literatura universal. Pronto se dio cuenta de que los relatos de género eran los que mayor aceptación tenía entre el público y de ahí nació 'Historias para no dormir', una antología fundamental dentro de la historia de la televisión en España.

Compagina la serie con otras producciones televisivas, dando el salto a la gran pantalla en 1969 con 'La residencia', una de las mejores películas de terror españolas de todos los tiempos. Eso mismo puede decirse también de '¿Quién puede matar a un niño?', su segunda y, por desgracia, última película.

Entre ambos largometrajes tuvo tiempo de crear 'Un, dos, tres... responda otra vez', uno de los concursos más míticos de nuestro país. Siguió ligado a la pequeña pantalla con espacios como 'Mis terrores favoritos', esencial para una generación a la hora de descubrir joyas del cine de terror, o 'Waku Waku', el concurso que popularizó a Nuria Roca durante su segunda encarnación, o 'El semáforo'.

Ya en 2006 recuperó el formato que popularizó al inicio de su carrera con 'Películas para no dormir', donde colaboró con directores a los que había marcado como Álex de la Iglesia, Jaume Balagueró, Mateo Gil, Enrique Urbizu y Paco Plaza. Ibáñez Serrador dirigió uno de los seis relatos, titulado 'La culpa'.

Durante los últimos años ha recibido diversos galardones como el Premio Nacional de Televisión en 2010, el Premio Feroz de Honor 2017 o el Premio Feroz de Honor el Premio Maestro del Fantástico del Festival Nocturna de 2017. Ahora hay que sumar a esa lista un merecidísimo Goya de Honor.