A veces, cuando se oye a algún cineasta o guionista de televisión decir que han hecho determinada cosa para los fans, es inevitable echarse a temblar, especialmente cuando estamos hablando de capítulos especiales o de películas de una serie muy querida por sus fieles. La idea de lo que es "para los fans" termina quedándose en la superficie de lo que hacía que esa serie hubiera encontrado fans en primer lugar, y todo acaba reduciéndose a tres guiños mal integrados y a un remix del tema original, por ejemplo. En el caso de la película de 'Veronica Mars', no sólo es que esté hecha para los fans sino que, en un giro del destino realmente inusual para Hollywood, son esos mismos fans los que pusieron el dinero para que pudiera rodarse. De hecho, su director y creador de la serie, Rob Thomas, afirma que tenía una historia para la cinta que cambió en cuanto supo que la financiación saldría de la campaña de Kickstarter, buscando una nueva historia que permitiera el regreso, por ejemplo, de unos cuantos de los personajes más memorables de la serie.
De este modo, la vuelta de Verónica a Neptune coincidiría con la reunión del décimo aniversario de su promoción del instituto, y así tendríamos la excusa perfecta no sólo para reencontrarnos con Wallace y Mac, sino para comprobar si Madison Sinclair seguía siendo tan bruja, si Weevil había abandonado la banda de motoristas y si alguien más de dicha reunión puede arrojar luz sobre el caso que lleva a nuestra heroína de regreso a una ciudad de la que huyó y que quiere dejar atrás; la muerte de la novia cantante de Logan Echolls, el "hombre fatal" de la serie y al que Verónica nunca ha sabido resistirse. Ni siquiera estando en una relación estable con Piz y viviendo en Nueva York, lista para empezar una nueva carrera como abogada, es capaz de negarle ayuda cuando él se la pide.
Guiños para los fieles
Esta encarnación cinematográfica de 'Veronica Mars' es todo un festival de guiños a la serie. Desde el bolso de tachuelas que Veronica lleva en la tercera temporada, a su intento de que Wallace, que ahora es profesor, le consiga el expediente de una antigua alumna del instituto, todo en la película recupera el tono de la serie y nos hace sentir como si estuviéramos de nuevo viéndola, que es algo que no todas las películas basadas en series consiguen. Los diálogos irónicos y divertidos, las referencias pop hasta a 'Sharknado' y la relación entre Verónica y su padre se mantienen, y lo mismo el look visual de colores muy saturados que distinguía a la serie. Sin embargo, al mismo tiempo, Verónica es más adulta, es más consciente de lo que está haciendo y sabe de sobra que no es lo mejor para ella, pero no puede evitarlo. Evidentemente, que casi toda la trama esté centrada en LoVe, o lo que es lo mismo, la pareja que formaban Logan y Verónica es otra manera de contentar a los fans, pero lo de verdad interesante en la cinta es el retrato de la propia Verónica.
La voz en off nos recuerda que ella siempre ha tenido esa tendencia a continuar por caminos que sabe que no son los adecuados, como cuando se empeñó en encontrar a su madre alcohólica fugada, y la metáfora de la adicción es perfecta para explicar lo que Thomas nos quiere contar, que es que, por mucho que ella quiera apartarse de la vida del detective privado y de Neptune, es realmente lo único que le interesa, lo que la hace sentirse más viva. Como reconoce al final, es una adicta, lo que le confiere un toque agridulce a todo que la entronca con sus referencias del género negro. Incluso el caso va por ese camino, centrándose en esas diferencias de clase en Neptune que tanto juego dieron en la serie, y que propician las injusticias contra las que Verónica y su padre pelean.
¿Una secuela?
El caso no es de los más complicados a los que ella ha tenido que enfrentarse, pero muestra los recursos y la inventiva de Verónica a la hora de realizar las investigaciones. Es cierto que se toman algunos desvíos casi sólo para mostrarnos a más personajes, ya sean el agente Leo o o el repelentemente divertido Vinnie Van Lowe, y que acabamos viendo muy poco a gente como Mac. También se introduce esa subtrama con Weevil y Celeste Kane que sirve más para preparar una posible secuela, y para darle a Verónica el empujón que necesitaba para quedarse en Neptune después de lo que le pasa a su padre, pero es una película bastante digna y entretenida, y con una Kristen Bell que sigue mostrando esa total implicación con el personaje. Verónica es divertida, sarcástica, implacable y también vulnerable y egoísta, y nunca termina de abrirse del todo con nadie. Si ella era la serie, en la película no va a ser menos.
Tras siete largos años de espera, 'Veronica Mars' es un buen paso adelante del mundo de la serie, aunque es difícil saber si los espectadores que no fueran fans pueden de verdad disfrutarla igual que los demás. Cosas como esa chica que come sola en el patio del instituto son referencias a la serie que sólo terminan de funcionar si las conocemos, de tal modo que la experiencia de las tres temporadas nos permite otorgarle más peso a esa relación entre Logan y Verónica, o a la exhibición en la reunión del vídeo sexual de Verónica y Piz que motivó que ella huyera de todo aquello. Se nota que todos los implicados disfrujtan volviendo al mundo de Neptune, y también que hay material de sobra para que, si Warner lo considera posible y rentable, haya al menos otra película, porque ahora que Verónica es ya definitivamente detective privada, su lucha contra la injusticia en Neptune puede desatarse sin problemas. Los cameos, los guiños y los one-liners proporcionan una estupenda diversión, pero lo mejor de 'Veronica Mars' es que no pierde de vista cómo es su protagonista principal, no la cambia ni intenta hacerla pasar por alguien que no es sólo porque ahora es el centro de una película. Y deja con ganas de reencontrárnosla otra vez.
En ¡Vaya Tele! | Todo sobre la película de 'Veronica Mars'
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