En un giro inesperado de los acontecimientos, la jerarquía de las altas esferas de la todopoderosa Disney ha vuelto a cambiar. El asiento de Presidente Ejecutivo de la compañía, ocupado hasta el momento por Bob Chapek, quien ostentaba el cargo desde el pasado 2020, tiene nuevo dueño; y ese no es otro que el anterior CEO de La casa del ratón, Bob Iger.
El retorno del CEO
La noticia trascendió el pasado domingo, cuando Iger envió un comunicado interno anunciando a los empleados el reemplazo y la aplicación inmediata del mismo. Una nota a la que los medios estadounidenses ya han echado el guante y que arranca con un párrafo tan claro y conciso como sentido.
"Es con una increíble sensación de gratitud y humildad —y, debo admitir, un poco de asombro— que os escribo esta tarde con las noticias de que estoy volviendo a The Walt Disney Company como presidente ejecutivo".
La salida de Bob Iger de la multinacional se materializó en 2020 coincidiendo con el inicio de la pandemia, abriendo paso a un Chapek cuyas primeras decisiones como CEO levantaron cierto recelo entre inversionistas y miembros de la industria. No obstante, la junta de directores de Disney decidió renovar su contrato el pasado mes de junio por tres años más, aunque los pobres resultados financieros del último cuarto del año fiscal —incluyendo problemas en streaming— han podido con él.
Iger, impulsor del modelo Disney actual, continuó su misiva haciendo referencia a la complicada situación de los tres años previos a su retorno, pero arrojando un halo de optimismo.
"Sé que esta compañía os ha pedido mucho durante los últimos tres años, y esos tiempos continúan siendo bastante desafiantes, pero como me habéis oído decir antes, soy un optimista, y si he aprendido algo de mis años en Disney, es que incluso enfrentándose a la incertidumbre —tal vez especialmente afrontando la incertidumbre— nuestros empleados y miembros del equipo logran lo imposible".
Un aura mucho más negativa, eso sí, fue la que, en parte, provocó su abandono. Según contó al medio CNBC, comenzó a barajar su marcha tras sentir que se estaba volviendo demasiado despectivo hacia las opiniones ajenas.
"Con el paso del tiempo, empecé a escuchar menos y con, tal vez, menos tolerancia a las opiniones de otras personas, tal vez porque me sentía demasiado autosuficiente, que es lo que pasa cuando creces profesionalmente. No fue el motivo por el que me fui, pero fue un factor que contribuyó a ello".
Vía | SlashFilm
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