Otro ejemplo sobre cómo promocionar una película. Starbucks, y a través de sus empleados (baristas), informarán a sus clientes de la posibilidad de ver la película 'Akeelah and the Bee'. ¿Cómo? Dando sus propias opiniones sobre qué les ha parecido la película, ofreciendo lecciones de deletrear palabras (juego muy popular entre los estudiantes americanos, allí hay una auténtica enfermedad de concursos), la posibilidad de ver trailers y videoclips desde las propias tiendas y a través de cualquiera de sus puntos de acceso, merchandising de la película, con palabras escritas en las mangas de los polos de los dependientes, y en un futuro la venta del DVD cuando esté disponible, etc...
En principio dan un nuevo giro a lo que realizan McDonalds o Burger King, con algunas películas, ya que involucran a los propios dependientes. ¿Qué gana con todo esto Starbucks? Pues pillar un buen pellizco de los beneficios que ésta genere.
El ejemplo que dan los americanos, con todas estas formas de promoción, es conseguir que la gente hable de ella, con un único objetivo: que no pase desapercibida. Al menos así logran que el público vaya a verla. ¿Se atreverá alguien en España a hacerlo? ¿Y con qué cadena de restauración?
Sin embargo, me pregunto si habrán pensado en montar un blog. Porque las dos opciones podrían convivir sin problemas y generar mucho más rumor. El marketing cinematográfico no para de inventar.