Con el acuerdo alcanzado con el sindicato de directores, parece que Hollywood ha logrado apagar uno de los fuegos más importantes que tenía en el horizonte, pero la situación está lejos de ser controlada. Cuando se cumple un mes del inicio de la huelga de guionistas —aún sin visos de finalizar—, en la Meca del cine se ha abierto un nuevo frente de lucha que podría poner en jaque a la industria, y es la amenaza de un cese de actividad por parte del gremio de actores.
Amenaza de huelga
Según ha compartido el propio SAG-AFTRA, sus miembros han aprobado la autorización de huelga con un 97,91% de votos a favor en una consulta que ha tenido un 47,69% de autorización. Sin duda, un movimiento inusual para una Screen Actors Guild que ha solido resolver sus pugnas con los productores pactando con la AMPTP sin necesidad de amenazas de huelga.
Si nos fijamos en el historial de parones por parte del sindicato —anteriormente compuesto por dos organizaciones distintas—, tenemos que remontarnos a la década de los 80 para ver la última huelga contra las industrias del cine y la televisión, que duró 94 días y estuvo centrada en los pagos residuales de la televisión de pago y los VHS. Tras ella, en el año 2000 y en el año 2016 tuvieron lugar otras dos contra los productores de publicidad y contra la industria del videojuego.
Mientras que la actriz Fran Drescher, presidenta de SAG-AFTRA, ha manifestado en un comunicado que el voto a favor de la huelga envía un mensaje de "fuerza y solidaridad", desde la AMPTP se ha respondido de un modo mucho más institucional y frío:
"Estamos abordando estas negociaciones con el objetivo de conseguir un nuevo acuerdo beneficioso para los miembros de SAG-AFTRA y para la industria en general".
Las demandas
Pero, con la aprobación sobre la mesa, ¿cuáles son las demandas que los actores hacen a la Alliance of Motion Picture and Television Producers? Los principales frentes abiertos que resolver para evitar que 160.000 intérpretes detengan las series y largometrajes en actual fase de producción son tres, y comienzan, de nuevo, por los pagos residuales.
Los residuales
Al igual que el resto de sindicatos, en SAG-AFTRA buscan mejorar el modelo de los pagos residuales derivados de producciones distribuidas en plataformas de streaming. Desde la proliferación de esta ventana, muchos intérpretes han asegurado haber notado un descenso más que notable en sus ingresos.
El actor Joe Holt —'Walking Dead: World Beyond'— afirmó que, antes, podía hacer una aparición como estrella invitada en una serie como 'Anatomía de Grey' y recibir un pago de 9.000 dólares por adelantado que se convertirían en unos 20.000 dólares después de las reposiciones del capítulo; algo que, ahora, es poco menos que una utopía:
"El streaming lo ha hecho imposible. Sigues haciendo un trabajo de la misma calidad, pero no se te paga por las reposiciones. Debería haber un modo de monetizarlo. Está ahí de forma perpetua. La gente lo está viendo en streaming constantemente".
La inteligencia artificial
Como no podría ser menos la inteligencia artificial es otra de las grandes preocupaciones para los actores y actrices, aunque no es algo derivado del reciente boom de la misma. Desde hace años, la gente de SAG-AFTRA ha estado trabajando para proteger a sus afiliados del uso inadecuado de dobles digitales y demás triquiñuelas, y ahora se busca una protección aún mayor que incluiría la prohibición de entrenar IAs con trabajos de actores sin su consentimiento explícito.
Cabe destacar que el sindicato no pretende prohibir el uso de la IA, que, según consideran, podría resultar beneficiosa para los intérpretes, centrándose en la autorización y el pago. No obstante, hay profesionales como Justine Bateman que tienen una postura mucho más radical al respecto.
"Si el SAG no establece restricciones estrictas sobre la IA, toda la profesión de la interpretación en el cine y las series será destruída bajo su vigilancia. Personalmente, yo diría que se excluyese a la puta IA de todo esto. Creo que involucrar la IA en la industria del entretenimiento sería la peor cosa que le hubiese pasado al negocio".
Las self-tapes
Para terminar, el tercer pilar de la lucha radica en el uso de las conocidas como "self tapes" en los procesos de casting; grabaciones que efectúan los propios actores y actrices candidatos a un papel para participar en procesos de selección. La actriz Rebecca Metz —'Shameless'— explicó cuál es el problema principal de este tipo de pruebas: la ausencia de indicaciones.
"Para mí, es que no recibimos indicaciones. Ahora sólo envías esto al éter sin ninguna guía en lo que respecta al tono. No puedo mostrar el 80% de mi trabajo".
Al igual que con las inteligencias artificiales, desde SAG-AFTRA no aspiran a prohibir un método de casting que ganó popularidad durante la pandemia pandemia, que ha terminado convirtiéndose en otro estándar y que muchos profesionales agradecen por la comodidad. Sin embargo, se propone una regulación con propuestas que incluyen un límite de cinco páginas de guión para este tipo de pruebas.
No cabe duda de que el sindicato de actores y la AMPTP tienen mucho trabajo por delante si quieren evitar que Hollywood encuentre otro palo en la rueda que haga peligrar sus planes de cara a las temporadas 2023 y 2024.
Vía | Variety
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