Sabemos que el cine de terror se vale de muchas artimañas para poder sacarnos un buen susto y disfrutar de una buena película, sin embargo, en muchas ocasiones tenemos ya el sentido de alerta al encontrarnos en una sala oscura en una sala de cine, y aunque no haya nada que pueda asustarnos en la pantalla no podemos dejar de sentir esa sensación de escalofríos que nos recorre todo el cuerpo, y esto gracias a los ingenieros de audio que lo están haciendo más que bien.
Y aunque en el cine muchas de las emociones que nos nacen al ver una cinta vienen por parte de la música, lo cierto es que, en el terror, los sonidos tienen también su parte importante, como lo es el sonido gutural en 'La maldición' o el espeluznante susurro de la máscara de Jason, sin embargo, son aquellos sonidos que no percibimos, los que producen una sensación escalofriante que se suma a una escena violenta o una secuencia de horror la que hace que saltemos del asiento.
La física al servicio del terror
Técnicamente, un infrasonido es un sonido oculto de baja frecuencia que no se puede escuchar, pero que literalmente perturba a los seres humanos hasta los huesos.
Los infrasonidos pueden provocar una amplia gama de reacciones en el espectador, desde una leve sensación de malestar hasta respuestas más intensas como ansiedad, miedo o incluso náuseas. Estas respuestas se deben a que los infrasonidos pueden resonar con órganos internos, generando vibraciones que el cerebro interpreta como sensaciones extrañas.
No es casualidad que los infrasonidos estén estrechamente vinculados al género de terror: su capacidad para generar inquietud y desasosiego los convierte en una herramienta ideal para crear atmósferas opresivas y aumentar la tensión en la pantalla. Al no ser conscientes de su presencia, experimentamos una sensación de amenaza latente que los mantiene en vilo.
De Gaspar Noé a sonidos distorsionados
El uso y la evolución del sonido en el cine ha ido de la mano tanto como el desarrollo de la industria misma, sin embargo, ha habido casos en los que la aplicación de los infrasonidos cambia por completo la percepción de una película, como en su momento fue 'Irreversible' de Gaspar Noé, en donde el mismo director confesó en una entrevista para Salon que "No puedes oírlo, pero te hace temblar. En un buen cine con un subwoofer es posible que te asuste más el sonido que lo que está sucediendo en la pantalla".
Pero no sólo de chirridos o susurros va la cosa, sino que también son los sonidos alterados los que nos provocan esa sensación de miedo en el cine: incluso el sonido de ruidos alterados de objetos cotidianos logra un efecto similar al infrasonido, e incluso ahorra costos de producción.
Christian Stella, quien mezcló la banda sonora de la película de zombis de bajo presupuesto 'The Battery' de 2012, reveló en Reddit que "usamos grabaciones de transformadores de energía, aires acondicionados, etc., que modulé para hacerlas más profundas". Otra parte del equipo de producción superpuso música sobre esto para crear la banda sonora completa de la película.
Los infrasonidos representan una herramienta poderosa y versátil para los cineastas. Al manipular las frecuencias sonoras por debajo del umbral de audición, pueden crear experiencias audiovisuales únicas y perturbadoras que impactan directamente en el espectador a nivel físico y psicológico, volviéndose en toda una experiencia única en las salas de cine.
Foto de Variety
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