Ayer se estrenó ‘All about my mother’, la adaptación teatral del film de Pedro Almodóvar ‘Todo sobre mi madre’, en el legendario Old Vic de Londres, el teatro dirigido por el actor estadounidense Kevin Spacey. La obra ha sido adaptada al inglés por el australiano Samuel Adamson, mientras que el irlandés Tom Cairns se encarga de su dirección.
Los intérpretes de la obra son Diana Rigg (el papel de Huma Roja, que interpretó Marisa Paredes en el film), Lesley Manville, Joanne Froggatt, Mark Gatiss (en el personaje de Toni Cantó) y Colin Morgan.
El propio director manchego acudió a la première, acompañado de Cecilia Roth y Penélope Cruz, dos de las protagonistas de la película. Tras el visionado, Almodóvar declaró que estaba "muy contento con la adaptación. No es un remake de la película, sino una obra de teatro, con vida propia". Añadió que "contiene elementos novedosos, puramente teatrales y muy bien empleados, que funcionan a favor de la obra y también a favor de la identidad de la película".
La sinopsis de la película que, al parecer, ha sido respetada en gran medida, nos contaba cómo Manuela (Cecilia Roth ) siente la necesidad imperiosa de buscar al padre del hijo que acaba de perder en un accidente. La gran obsesión vital del chico fue la de saber quién era su padre, algo que ella siempre le escondió. Con esa intención Manuela viaja a Barcelona, donde se reencontrará con él, aunque ahora transformado en Lola. El director admitió que el dramaturgo "ha respetado los momentos culminantes de la obra", aunque ha cambiado ligeramente el punto de vista: "Esteban, el hijo que pierde al principio del film Manuela, por el que vuelve a Barcelona en busca de su padre —un travesti llamado Lola—, se convierte casi en el narrador de la historia", explicó Almodóvar. Los personajes "se han fragmentado a favor de la narración y convierten a la película en una obra de teatro", decía Almodóvar para añadir que después de verla cinco veces debe tratar de mirarla con otros ojos y no echar nada de menos. Y no es ése el único cambio: Adamson incluyó frases de la película ‘La flor de mi secreto’ (1995), algo que el cineasta español vio con buenos ojos.
Lo que el autor encontró “más atrevido” fue la decisión de cambiar el final para introducir "una escena inventada”. “La película concluye en un tono menos grave, pero este cambio no traiciona el espíritu de ‘Todo sobre mi madre’”. Sobre ese final afirmó “que funciona muy bien”. Esta última escena es un homenaje a Federico García Lorca en el que las cinco actrices hablan entre sí ante el público y, a continuación, una de ellas recita un monólogo. “Me daba miedo escuchar a Lorca en inglés, incluso más que a mis propios diálogos", señaló Almodóvar.
Descontento con los montajes italianos de ‘Entre tinieblas’ y ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, que no habían sabido captar el tono entre dramático y cómico en el que se mueve Almodóvar, el autor se había negado a autorizar adaptaciones desde hace más de dos décadas. Sin embargo, en este caso, ha quedado contento con el enfoque: "Prefiero que haya reforzado la emoción y drama de la película que sus partes cómicas. Con mi material, existe el peligro de que si se escoge la parte más fácil, la del humor, el tono puede volverse caricaturesco. Yo me muevo siempre al borde del abismo, pero sé mantener el equilibrio entre el drama y el humor. En las adaptaciones no siempre se logra, y, de haberse decantado por la comedia, las distorsiones hubieran predominado más", sostiene el realizador.
Almodóvar comentaba también que había sentido un "inevitable desconcierto inicial de un continuo plano largo", pero que "una vez superado el desconcierto, seguí la obra de un tirón. Quedé atrapado por la adaptación". "Yo no hago teatro porque echo en falta el primer plano, el poder ver los ojos y la boca de los actores. Pero el teatro está siempre presente en mis obras y mi vida, y me pica el gusanillo”. Sobre la posibilidad de meterse él entre bastidores, declaro que “Es tentador hacer teatro, aunque me da miedo, porque no me juzgarán como debutante. Haré un espectáculo pequeño, un monólogo, basado en mi área de especialización, la dirección de actores".
No sólo estaba contento con la obra, sino también con el recibimiento: "me están tratando como a Chéjov", se congratulaba. Y con la reacción del público en las funciones de preestreno: "La gente está entusiasmada, hipnotizada por la obra. Siento curiosidad por la opinión de la crítica pero en absoluto tengo los nervios de un estreno de mis películas".
La escenografía ofrece un complejo decorado con papeles pintados de aire retro y un efecto de lluvia que anuncia el momento trágico de la muerte de Esteban.
Fuente | El País
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