Es sumamente triste —por no decir lamentable— tener que comentar este tipo de noticias en pleno siglo XXI, pero a raíz de sus proyecciones para prensa en Rusia, hemos conocido que 'Rocketman', el biopic musical de Dexter Fletcher centrado en la vida del controvertido Elton John, ha sido mutilada por la censura de la distribuidora local Central Partnership.
Los críticos Anton Dolin y Misha Kozyrev han confirmado que "todas las escenas de besos, sexo y sexo oral entre hombres han sido eliminadas" mediante unos cortes descritos como "muy obvios" que también habrían afectado a los fragmentos en los que se representa el consumo de estupefacientes.
A esto, Dolin ha añadido que "lo más desgradable" del corte ruso es cómo han suprimido el último mensaje sobre la vida del artista, previo a los créditos finales.
"En el original, dice que Elton John encontró al amor de su vida y crió a sus hijos junto al hombre que ama —hay un momento dramático en la cinta en el que su madre le dice que 'está condenado a estar solo'—. En la versión rusa tan sólo dice que el músico fundó una fundación para combatir el SIDA y que sigue trabajando con su co-autor de siempre".
El propio John ha emitido el siguiente comunicado en su cuenta oficial de Twitter condenando la decisión.
"Rechazamos firmemente la decisión de censurar 'Rocketman' para el mercado ruso, una acción que desconocíamos hasta hoy. Paramount Pictures ha sido un compañero valiente y atrevido al permitirnos crear una película que es una representación auténtica de la vida de Elton.
Que la distribuidora local haya considerado necesario suprimir algunas escenas, privando al público la oportunidad de ver el filme tal y como fue concebido, es un triste reflejo del mundo dividido en el que seguimos viviendo y de cómo puede seguir siendo tan cruel al no aceptar el amor entre dos personas.
Creemos en construir puentes y entablar diálogos, y continuaremos presionando para derribar barreras hasta que todo el mundo sea escuchado equitativamente en todo el mundo".
Por su parte, Paramount, ha afirmado que "como todos los estudios, debemos adherirnos a las leyes locales y a requerimientos en ciertos territorios en los que el filme sea exhibido". Algo que da a entender cierto tipo de censura institucional negada diametralmente por el Ministro de Cultura ruso, quien ha manifestado que la decisión ha sido "tomada únicamente por el distribuidor" y que "no dieron ninguna recomendación" al respecto.
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