Su nombre sonó tres veces. El de su película, 'Roma', cinco. Pero Alfonso Cuarón, el director que dijo, en una magnífica entrevista a The New York Times, "todos somos ciudadanos del mundo, pero si no estás centrado y arraigado en una identidad cultural, ese cosmopolitismo se vuelve infértil", no subió ni una sola vez a recoger los honores que le rendían la sexta edición de los Premios Platino al Cine Iberoamericano.
Ni siquiera dejó, como otros ausentes, un discurso improvisado al calor de la noticia. Silencio y el resto de su equipo —productores, sonidistas, actrices— salvando como podían el papelón.
Cuarón sí fue a los Oscar, a recoger los tres que le cayeron a su película, dos de ellos directamente a él por su excelsa dirección y no menos excelsa fotografía. Pero ayer, ni por guion, ni por dirección, ni por fotografía, ni por el mayor de todos, el Platino a la Mejor Película Iberoamericana.
Difícil no ver cierto cinismo en no asistir al homenaje rendido por México e Iberoamérica, cuando la película en cuestión era una deseada vuelta a las raíces del brillante realizador mexicano. Tampoco ayudó que las excusas sobre su ausencia (meros "no podía") sonaban débiles.
No fue el único premiado que dio plantón. Diego Luna, la estrella de 'Narcos', tampoco estuvo. Dejó un mensaje de whatsapp, eso sí, que menos da una piedra, pero se olvidó de asistir a los galardones iberoamericanos cuando él encarna, como Cuarón, la punta de lanza del empuje internacional que está teniendo este cine. A los Oscars no se falta; pero a los Platino, los de casa, sí.
Los momentos más destacados de la gala
La gala fue un poco como todas las galas. Larga, no tanto por larga sino porque se hacen largas, como bromeó inteligentemente Santiago Segura, que salió bastante bien librado del siempre duro trance de lidiar con la conducción de estos eventos.
De hecho, hubo hasta algún momento de brillo. Aunque fue forzado y subrayado, el momento en el que Yalitza Aparicio pidió a los hombres y mujeres de la sala que se dieran la mano y la alzaran en símbolo de cordialidad entre géneros, ante el momento explosivo que se vive al calor del #metoo a escala planetaria, tuvo su punto.
Fue también emotivo el recuerdo de Antonio de la Torre a la viuda de Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido súbitamente por un ictus hace solo tres días: "Le mandamos el guion al pdf a su correo y nos lo devolvió con 50 anotaciones. Muchas acabaron en la película".
La película en cuestión fue 'El reino', Platino al Mejor Montaje y al Mejor Actor. De la Torre pidió a John Bailey, presidente de la Academia de Hollywood, que moviera su nombre, por si pescaba algo. Igual es mejor que no pesque, no vaya a ser contagioso lo de las ausencias tras ser bendecido por la meca del cine.
17 premios para 17 causas ligadas a la ONU, como se repitió no pocas veces en estos días de Platino. La gran vencedora fue Netflix, que sumó siete galardones (5 de 'Roma', 1 de 'Narcos' y 1 de 'La casa de las flores'), 10 si contamos los tres de la paraguaya 'Las herederas', que distribuye en solitario Netflix tras premiarla en su primer galardón al cine latinoamericano.
Aunque Paco León estuvo brillante y simpático en su pullita al gigante americano al recoger su premio a la Mejor Miniserie por 'Arde Madrid': "Esta la rechazó Netflix así que, hay que decirlo, hay vida más allá de Netflix. ¡Viva Movistar!". Vida habrá; pero la justa, porque la goleada ha sido de escándalo.
La última declaración memorable me pareció la de Javier Fesser, porque encapsula bien el rasgo del cine iberoamericano del que hablaremos en el siguiente epígrafe; que el éxito que está viviendo se debe a que se narran historias palpitantes, pegadas a la realidad y valientes. 'Roma', por más que haya que tirarle de las orejas a su invisible cineasta, lo es. Lo es también 'Las herederas'.
Y lo es, desde luego, 'Campeones'. La cita de Fesser con la que me quedo es:
"Hacemos cine porque amamos las películas, y amamos las películas porque nos dan la oportunidad de meternos en la piel de otros. Campeones ha dado la oportunidad a los espectadores de meterse en la piel de personas extraordinarias en su diferencia."
En ello está gran parte del poder que ostenta, hoy en día, el cine iberoamericano; en ese retrato, en carne viva, del pasado, presente y futuro sobre el que resulta incómodo, a veces hasta asfixiante, posar la mirada.
Pero la sexta edición de los Platino, en su gala y en las múltiples conversaciones que se han librado en el complejo hotelero Xcaret estos cuatro últimos días, ha sido testigo de que el cine iberoamericano no tuerce el gesto. Mira de frente. Y más allá, a la esperanza que el cine dibuja, tantas y tantas veces, en el horizonte de un amanecer que marca el "The End".
Historias con piel
No parece la alfombra roja de unos premios el lugar ideal para recabar unas declaraciones con chicha. La cosa que suele recibir uno al micrófono son declaraciones tan blancas como las sonrisas que exhiben el desfile de invitados.
Sin embargo, la artífice de 'Carmen y Lola', la directora Arantxa Etchevarría, ganadora del último Goya a la Mejor Dirección Novel, le echó bemoles. Este fue su speech a mi pregunta, la misma para todos los invitados: ¿por qué el audiovisual iberoamericano está en pleno boom?
"Frescura. Están haciendo las cosas de verdad. En Europa somos unos siesos. Tenemos que conseguir que Telecinco y Antena 3 entren en proyectos; los nuevos realizadores solo quieren más dinero. Hacer películas como 'Carmen y Lola', con poco presupuesto, pues la gente no se atreve. Normal, porque tienes que empeñar tu casa y es muy duro.
Pero en Latinoamérica están saliendo a la calle a rodar, con actores naturales. He visto últimamente cada película... En Guadalajara he visto películas que me han hecho pensar: ¡Qué envidia! Es lo que hay. Hoy en día, el cine latino es mucho más interesante que el cine europeo".
Rosy Rodríguez, la Carmen del título, apostilló la carga de profundidad en el ambiente general pro-Netflix en el que vive el mundo del audiovisual:
"Netflix, al final, es un ente privado el que entra a la financiación de los proyectos. Así que ya de base se te exige que tiene que ser comercial. Hace unos años era el ministerio de Cultura el que entraba en la primera fase de la financiación, con lo cual el enfoque era más artístico. Ahora, Cultura entra cuando ya tienes parte de la financiación, con lo cual ya no elige".
Otras respuestas que recibí de estrellas de premiadas como 'Las Herederas' o 'Roma' apuntaron a la misma palabra: frescura. Magníficamente lo resumió Maribel Verdú, recordando al Gordo de los Tres Amigos, Guillermo del Toro: "Hay que pensar en esas historias que no hace nadie".
Y, se hagan como se hagan, hay que hacerlas bien. El dinero de Netflix, para esto, está sirviendo divinamente. Basta con ver el tráiler de la tercera temporada de 'La casa de papel'.
En qué piensa el cine iberoamericano
Educación, en y más allá de las aulas. Género, ausencia de género, del femenino, que sigue estando presente en exiguos porcentajes en las categorías clave, las del poder.
Y, por supuesto, las grandes plataformas; una muy concreta: Netflix, que venía a comerse el mundo en los premios con su 'Roma' y que estaba activa, aunque invisible para la prensa, en la zona del mercado.
25 pitches de series y películas se le presentaron a la plataforma por parte de la organización de los Platino, de más de un centenar elegidas. Netflix estaba presente en todas las bocas y también saltó al debate, por pregunta de Espinof, al encuentro de la Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas (FIACINE) con la prensa.
Hay temas candentes ahí, como la lucha por los derechos de autor, que se peleará en Bruselas y que tratará de obligar a las plataformas a pagar no solo a proyecto, sino la vida del proyecto; idealmente, teniendo en cuenta su éxito.
Las academias, evidentemente, no se mojaban en este punto. Nos repitieron por activa y por pasiva, al reducido grupo de periodistas que acudimos al encuentro, que su papel es de ágora del debate y de defensa del cine allí donde se ve amenazado. Por ejemplo, en Brasil, donde se vive con terror y rabia el desmantelamiento cultural al que está sometiendo a la nación su presidente Jair Bolsonaro.
La vertiente educativa tiene un objetivo muy ambicioso, ya en marcha en algunos países, como recordaba Azucena Rodríguez, secretaria de la Junta Directiva de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España:
"Nosotros ya hemos elaborado un documento macro, un libro blanco, para que el cine se incorpore como materia obligatoria a la educación desde primaria hasta bachillerato. Nos ha llevado casi dos años aunar criterios para ver cómo integrar el cine con la educación."
El resto de los países están elaborando planes similares en diversas fases de gestación. Llamativo también resultó el proyecto de la Academia Argentina. Educativo también, pero no en las aulas, sino en las cárceles, como explicó Veronica Calvo, directora ejecutiva de esta entidad:
"Es un proyecto muy bonito, titulado Probemos hablando, en el que le ofrecemos la posibilidad a los reclusos de ver una película y generar un debate posterior entre los reclusos. De la experiencia que hemos tenido, nos hemos empezado a plantear incluso cómo impartir docencia para que puedan desarrollarse cineastas desde la cárcel."
Y sobre el tema del género está puesta la lupa, para elaborar estudios que contrasten con datos percepciones alteradas incluso por las cineastas. María Fernanda Céspedes, directora general de FIACINE, aseguró:
"En Colombia, por ejemplo, teníamos la sensación de que nosotros estábamos muy bien en ese aspecto; que no había discriminación a las mujeres en ningún estamento del cine. Pero al comprobar los datos vimos que, en efecto, en muchas categorías clave era un porcentaje de, como mucho, un 30%".
Los estudios realizados por FIACINE indican que el porcentaje de directoras latinoamericanas oscila entre el 13% y el 15%.
La realidad mágica
Hay algo en el que los Premios Platino transmiten lo peculiar del dónde se celebran. Los cuatro días de actividades son una sucesión de fiestas, números culturales impresionantes como el espectáculo del Cirque du Soleil, y excursiones a parques integrados en el edénico (edénico hasta lo irreal) complejo hotelero Xcaret.
También, muchos off de record ante una cerveza o un mojito para saber qué se va cociendo en el séptimo arte. Pero hay un aspecto ancestral, que desde luego unos Oscar o unos Goya no tienen, en la localización. El paseo por el hotel Xcaret camino de la alfombra roja parecía, tal cual, caminar por esa jungla de 'En busca del arca perdida' camino del ídolo dorado.
Yo, que me lo tuve que hacer solo por un extravío momentáneo de la acreditación, creo que viví el momento lynchiano con especial intensidad. Caminar por una jungla iluminada por pebeteros en llamas preguntando aquello de alfombra roja; cuando había alguien a quien preguntar. Había momentos de puro caminar, bajo el sol abrasador, bajo el verdor de las canopeas.
Y luego, en una transición de tren de la bruja, uno entraba en un edificio decorado a lo barroco donde se podían ver estancias recargadísimas con los iconos visuales mexicanos. Estaba el mapa de México plagado de figuras, humanas y mitológicas, ocupando toda la pared. Estaba Frida Kahlo, de espaldas a quien observa, en pleno pintar. Y estaban un montón de muñecas invadiendo una mesa y una cama.
Finalmente, uno atravesaba una cortina y se encontraba lo de siempre, la alfombra roja, y los paneles con los patrocinadores y los periodistas sudorosos esperando el minuto de las estrellas ante el micrófono. Pero ese trayecto previo lo metía a uno en una atmósfera mágica que emana del paisaje y que impregna también este cine iberoamericano en pleno boom. Incluso durante el desfile de la alfombra saltaron figurantes mayas a escena, con aves del paraíso bien vivas incluidas.
Si 'Roma' es la película símbolo de las historias mínimas, la jungla y los mayas nos recuerda que existe también el germen en lo precolombino y lo post-colombino, para una épica mitológica, esa a la que de momento solo nutren las historias anglosajonas, de los dragones de 'Juego de Tronos' a los superhéroes de 'Vengadores: Endgame'.
Me gustaría pensar que entre todo el talento del cine iberoamericano hay ya quien sueña con alzar el vuelo de lo real y demostrar que, también en lo imaginario, este cine puede dar lecciones maestras sin salirse de sus fronteras.
Lista de ganadores de la VI edición de los Premios Platino
Mejor Película Iberoamericana de Ficción
ROMA. Alfonso Cuarón.
Mejor Dirección
ROMA. Alfonso Cuarón.
Mejor Guion
ROMA. Alfonso Cuarón.
Mejor Música Original
YULI. Alberto Iglesias.
Mejor Interpretación Masculina
EL REINO. Antonio de la Torre.
Mejor Interpretación Femenina
LAS HEREDERAS. Ana Brun.
Mejor Película de Animación
UN DÍA MÁS CON VIDA
Mejor Película Documental
EL SILENCIO DE OTROS
Premio PLATINO a la Mejor Ópera Prima de Ficción Iberoamericana
LAS HEREDERAS
Mejor Dirección de Montaje
EL REINO. Alberto del Campo.
Mejor Dirección de Arte
PÁJAROS DE VERANO. Angélica Perea.
Mejor Dirección de Fotografía
ROMA. Alfonso Cuarón.
Mejor Dirección de Sonido
ROMA. Sergio Díaz, Skip Lievsay, Craig Henighan y José Antonio García.
Premio PLATINO al Cine y Educación en Valores
CAMPEONES.
Mejor Miniserie o Teleserie Cinematográfica Iberoamericana
ARDE MADRID.
Mejor Interpretación Masculina en Miniserie o Teleserie
NARCOS: MÉXICO. Diego Luna.
Mejor Interpretación Femenina en Miniserie o Teleserie
LA CASA DE LAS FLORES. Cecilia Suárez.
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