Parece que cualquiera excusa argumental es buena para poner a tope coches espectaculares. Y por ello, Paul W. S. Anderson ('Mortal Kombat', 'Horizonte final', 'Resident Evil', 'Alien vs. Predator') abandonó el proyecto del film basado en el videojuego 'Castelvania' para dirigir el remake de la delirante, violenta y apocalíptica ‘Death Race 2000’, que llevará como título 'Death Race' a secas, aunque mientras rodaban se estuvo haciendo referencia a ella como 'Death Race 3000'.
El film muestra un futuro violento en el que los presos de una cárcel especialmente desagradable deben correr, obligatoriamente, en peligrosas carreras de coches trucados que serán televisadas para todo el país. Statham hace de Jensen Ames, un hombre al que se culpó por un asesinato que no había cometido y que trata de lograr su libertad al volante de su bólido.
Según dicen en este estudio, la versión de 1975, que estaba protagonizada por Sylvester Stallone, era una película de culto, pero del grupo de las de “es tan mala que es buena”. Lo que es seguro es que el Corvette de ‘Death Race 2000’ se hizo famoso.
Fuente | Empire.