La figura de J.K. Rowling sigue siendo motivo de discordia entre los aficionados del Mundo Mágico. A la división entre los actores que apoyan o condenan la postura de Rowling hay que sumar el conflicto que ya está causando el videojuego de 'Hogwarts Legacy', antes incluso de haber salido a la venta.
El legado maldito
De sobra es conocida la fama de J.K. Rowling en redes sociales. La autora de la saga 'Harry Potter' ha soltado varias perlas tránsfobas que han dividido a los fans de su historia y llevado a la palestra el dilema de separar obra y autora.
Esto ha afectado también a 'Hogwarts Legacy', el videojuego precuela que prepara Portkey Games y Avalanche Software. Alan Tew, el director, ha enfatizado constantemente que Rowling no está implicada en el desarrollo del juego y ha asegurado que está creado "para todos":
Creo que para nosotros hay retos en todos los juegos en los que hemos trabajado. Este juego no ha sido diferente. Cuando nos topamos con esos retos, volvimos atrás y nos centramos en las cosas que realmente nos importan. Sabemos que nuestros fans se enamoraron del Mundo Mágico, y creemos que se enamoraron de él por las razones correctas. Sabemos que es un público diverso. Para nosotros, se trata de asegurarnos de que el público, que siempre soñó con tener este juego, tenga la oportunidad de sentirse bienvenido de nuevo. Que tienen aquí un hogar y que es un buen lugar para contar su historia.
Algo que seguramente no ponga fin a las dudas de muchos de los usuarios a la hora de decidirse por adquirir el juego o no, ya que la implicación de la escritora en el desarrollo del juego no es tanto problema como sí lo es el hecho de que vaya a cobrar royalties de él, como autora del mundo en el que se basa.
De hecho, el juego ya ha sido baneado en ResetEra, un popular foro de videojuegos, como muestra de rechazo hacia la autora por "usar su influencia y dinero ganado con el éxito de la saga 'Harry Potter' para promover leyes tránsfobas".
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