Desde que Rusia dio inicio a la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, han sido muchos los gobiernos que, como medida disuasoria, han optado por, entre otras medidas, imponer duras sanciones económicas al país presidido por Vladimir Putin. Pero, más allá de la respuesta sobre el impacto monetario, diferentes compañías y organismos del mundo del cine y la televisión han optado por tomar cartas en el asunto.
A continuación os propongo repasar los movimientos clave que ha acontecido dentro de la industria audiovisual para promover una suerte de "bloqueo cultural" sobre el país invasor, y que incluyen desde plataformas de streaming a grandes estudios cinematográficos, pasando por festivales de prestigio e, incluso, redes sociales.
Netflix
Comenzamos posando nuestra mirada sobre Netflix. Después de que Rusia anunciase su nueva ley audiovisual, que obliga a las plataformas que superen los 100.000 usuarios a emitir 20 canales nacionales en los que se emite propaganda, el gigante del streaming ha optado por cancelar todos los servicios en el país.
Esta maniobra incluye la cancelación de todas las producciones originales rusas en desarrollo y la paralización de la adquisición de series y largometrajes producidos dentro de sus fronteras. Entre los proyectos cancelados se encuentra la segunda serie original de Netflix producida en Rusia tras 'Anna K.', que ya se encontraba en pleno rodaje bajo la dirección de Dasha Zhuk.
Eurovisión
Por su parte, la Unión Europea de Radiodifusión anunció el 25 de febrero que no habría actuación de Rusia en la próxima edición de Eurovisión, que se celebrará el próximo mes de mayo, poniendo como pretexto un motivo un tanto espinoso relacionado con la imagen del festival. Así se matizó en un comunicado:
«La decisión refleja la preocupación de que, a la luz de la crisis sin precedentes en Ucrania, la inclusión de una participación rusa en esta edición del concurso desprestigie el certamen.»
Esta decisión se tomó después de que una lista de países formada por la propia Ucrania, Dinamarca, Noruega, Holanda, Suecia, Letonia, Estonia, Finlandia y Lituania requirieran la expulsión de Rusia.
Grandes estudios
Los grandes estudios de Hollywood tampoco se han quedado cruzados de brazos. The Walt Disney Company ha paralizado todos sus estrenos cinematográficos en el país, comenzando por 'Red', la nueva película de Pixar, que debería estrenarse el próximo 10 de marzo —aunque la noticia de que hubiese eliminado 'Anastasia' de su catálogo no tiene relación alguna con la invasión, sino que está sujeta a temas contractuales—.
Junto a la Casa del ratón, otros titanes de la industria como Universal, Paramount, Sony y Warner Bros. han optado por la misma estrategia. En el caso de esta última, 'The Batman' será el primer título que no llegue a las salas de cine rusas.
Festivales
El mundo de los festivales de cine y los mercados de cine y series también ha respondido a la crisis humanitaria. El prestigioso Festival de Cannes anunció que no recibiría delegaciones rusas o asistentes con vínculos al gobierno ruso, y que su mercado televisivo MipTV no contaría con representación del país, alineándose con las sanciones impuestas por Francia.
El Glasgow Film Festival ha optado por eliminar de su programación los largometrajes rusos 'No Looking Back' de Kirill Sokolov y 'The Execution' de Lado Kvataniya, matizando que "Ambos largometrajes han recibido financiación estatal a través del CF Cinema Fund, cuyo consejo de administración incluye a ministros actuales del gobierno ruso y al ministerio de cultura de Rusia", y que la decisión no está relacionada con los puntos de vista de sus autores.
Otros eventos como el Festival de Locarno han anunciado que sí proyectarán títulos rusos el próximo agosto, mientras que en el Festival de Venecia continúan meditando su posición al respecto.
En España
Dentro de nuestras fronteras, la Filmoteca de Andalucía, tal como ha denunciado el profesor de la Universidad de Sevilla Manuel Lombardo, ha decidido retrasar indefinidamente la proyección del largometraje 'Solaris' de Andrei Tarkovski, considerando "oportuno y prudente" hacerlo "debido a la delicada situación mundial". En su lugar se proyectará la versión dirigida por Steven Soderbergh, estrenada en 2002.
Un boicot multisectorial
No sólo el mundo del cine y la televisión se ha unido a esta suerte de boicot multisectorial instigado con el fin de detener un conflicto que ya ha desplazado a 1.700.000 ucranianos y cuyas víctimas civiles ya superarían los dos millares según fuentes del país atacado.
Otros sectores como el del videojuego han tomado acciones similares, con grandes estudios como Activision Blizzard, Epic Games o Microsoft habiendo cancelado las ventas en Rusia; mientras que redes sociales como TikTok han limitado su actividad en su territorio, impidiendo subidas de contenido o retransmisiones en directo desde IPs de país euroasiático.
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