Menahem Golan, destacado productor y director de cine de acción de los años 80, falleció el pasado viernes a los 85 años de edad. Se desconocen los motivos exactos de su muerte, pero parece ser que estaba paseando con su familia en las cercanías de su casa cuando perdió la consciencia y nunca volvió a recuperarla.
La carrera como director de Golan comenzó en 1963 con 'El Dorado', siguiendo rodando nuevas películas con regularidad hasta el 2008, año en el que llegó a los cines 'Marriage Agreement', su último trabajo tras las cámaras. Sin embargo, fue durante los años 80 cuando gozó de una mayor popularidad gracias a las cintas de acción de la Cannon, compañía liderada por él mismo junto a su primo Yoram Globus tras adquirirla entre ambos por medio millón de dólares en 1979.
Golan dirigió para la Cannon títulos como 'Delta Force' (1986) o 'Yo, el halcón' ('Over the Top', 1986), pero junto a Goblus también produjo otras cintas míticas del cine de acción de los 80 como 'Desaparecido en combate' ('Missing in Action', Joseph Zito, 1984) o 'Contacto sangriento' ('Bloodsport', Newt Arnold, 1988). A dicha productora debemos también obras como 'Superman IV: En busca de la paz' (‘Superman IV: quest for peace’, Sidney J.Furie, 1987) o 'Masters del universo' (‘Masters of the universe’, Gary Goddard, 1987).
Descanse en paz.
Vía | Hollywood Reporter
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neil_mccauley
Casposo hasta decir basta pero tengo que reconocer que he visto casi todas sus películas. Tenía también un indisimulado tufillo ultraconservador que le daba un toque inconfundible a sus películas.
Un icono de los ochenta. Hasta siempre.
curtis-jackson
Mítico, mítico, mítico e inmortal para los que quisimos aprender artes marciales tras ver EL Guerrero AMericano o Kickboxer.
Invasion USA, Cobra, Las Minas del Rey Salomón, Los Bárbaros...
publiocarisio
R.I.P
billyjack
El productor que hacia cine para entretener, alejado de todo lucimiento y cuestiones artísticas. Van Damme le debe su carrera a este mítico personaje de la industria del cine. Descanse en Paz.
bartletrules
Cine de entretenimiento en estado puro, sin falsa profundidad, sin más argumento que el necesario para sostener la cinta, cine de ése que devorábamos los españolitos en los videoclubs de finales de los 80 y comienzos de los 90 al ver el logo Golan/Globus.
No pasará a la historia del cine por la calidad, pero en el corazón de muchos videoadictos, se apaga una pequeña estrella.