Que el cine hace tiempo dejó de ser rentable en televisión no es una noticia nueva, pocas películas son un éxitazo de audiencia y aunque se sigue haciendo un gran esfuerzo de autopromoción de grandes éxitos como El Señor de los anillos o Torrente, lo cierto es que los números no terminan de salir. Muchos millones de espectadores ven estas películas pero no son suficientes, las astronómicas cifras que se pagan por estos estrenos hacen imposible cuadrar los balances y por eso cada día vemos menos cine en televisión.
Hoy leemos en la prensa la noticia: Canal + estrena Mar Adentro y a casi todos nos inunda la sensación de que es una película muy antigua, pero no, tiene tan solo un año, concretamente se estrenó el 3 de septiembre del 2004. Su gran éxito mediático, su pase por las salas, el videoclub, los DVDs de los amigos y por qué negarlo, las descargas de la red, hacen que en escasamente un año, una película de estas características se convierta rapidamente en un clásico cuando aun ni se ha estrenado en la televisión de pago. Como consecuencia, cuando llega 'gratis en televisión' ya la ha visto todo el mundo. Si a esto añadimos los eternos cortes publicitarios es normal que el cine no triunfe en televisión.
Es necesario un cambio de modelo de explotación del negocio del cine en televisión, los tiempos están cambiando y las ventanas de explotación ya no pueden abrise al mismo ritmo que lo hacían antes. Cuanto antes se den cuenta de este pequeño detalle con tanta importancia y antes se actue antes saldremos ganando, tantos los profesionales del sector como los telespectadores.