Y es que el pasado viernes se estrenaba en las carteleras de toda España (más de 400 salas) Misión Imposible 3, la nueva aventura de Cruise (dirigida, además, por el televisivo JJ Abrams). Y en unas pocas semanas más se estrenará la segunda parte de Piratas del Caribe, con nuevas historias para Depp y compañía. De esta forma, las cadenas aprovechan el momento justo en el que los esfuerzos publicitarios de las productoras son más fuertes para anunciar a bombo y platillo sus nuevas películas, y colocan en las parrillas entregas anteriores de las mismas series. Así se aseguran, gracias al efecto indirecto de dicha publicidad, una audiencia que no tendrían en otros momentos o programando otras películas.
Esta misma táctica la podemos observar también en época de Oscars, cuando las televisiones se apresuran a sacar cualquier película protagonizada por los ganadores de los premios. "Del ganador de un Oscar Fulanito...". No importa que la pelicula sea un bodrio rodado 15 años antes de que el actor fuese premiado, de lo que se trata es de aprovechar el tirón para sacar una rentabilidad extra a este "fondo de armario" que todas las cadenas tienen.
No es mala práctica. Aunque la verdad, la diferencia de ver uno de estos estrenos en pantalla grande, con sonido brutal y sin interrupciones frente a las emisiones que pueden hacer las cadenas generalistas... como del día a la noche, vamos.