Si no me fallan las cuentas, este año he visto 136 estrenos de cine. Cumplir con el deber que me asignó mi mentor y amigo Alberto Abuín (y que se resume en: "no más de 48 horas sin ver un clásico, o te envío a Jeremy Fox") me ha obligado a visitar menos la pantalla grande y concentrarme más en la pequeña. Y se lo agradezco.
Para confeccionar la lista de este artículo hice una preselección; me quedaron más de 25 títulos. Todos lamentables, merecedores de la calificación de bodrio. Las que eran malas pero tenían aspectos destacables no las tuve en cuenta. Pronto publicaré la lista contraria, la de las mejores películas; la preselección me dejó 12 títulos, y entre ellos sólo hay tres que considero magistrales. Definitivamente, éste no ha sido un buen año en lo cinematográfico. Sin embargo, no hay que ser pesimistas, si hay tanto cine malo posiblemente es porque se hacen muchas películas, demasiadas. Hay buen cine ahí fuera. Sólo hay que seguir buscando.
Pero este post tiene como objetivo señalar lo malo. Así que, sin más, he aquí las que considero que han sido las diez peores películas estrenadas en España durante 2007:
La firma Gus Van Sant. Calificación: anti-cine. Porqué Van Sant repite el esquema de 'Elephant' que ya llevó lejos en 'Gerry' para llevarlo a sus últimas consecuencias, es decir, el vacío absoluto. El cine convertido en masturbación del autor. Rodar la nada. Tenemos a unos actores y tenemos un espacio; vamos a grabar y luego ya veremos cómo lo montamos. Y lo malo es que hay gente que se alegra de recibir este maltrato visual, disfrazándolo de inteligente experiencia. Lo peor: El interminable planito de la ventana. Apropiado regalo para: snobs, culturetas y gente con problemas para dormir que ya lo han probado todo.
La firma Soffia Coppola. Calificación: anti-cine. Porqué Casi por lo mismo que la anterior, por vaciar el cine. Pero Coppola no había hecho aún nada tan malo (¿será realmente suya la preciosa 'Lost in Translation'?), por lo que, creo, debemos tener esperanzas sobre sus proyectos futuros. Lo peor: Kirsten Dunst haciendo la tonta (es decir, en toda la película). Estupendo regalo navideño para: los mismos que la anterior (especialmente si es mujer).
La firma Ryan Murphy. Calificación: estupidez. Porqué: Personajes exageradamente raros envueltos en una trama aburrida y relacionados entre sí por cuestiones absurdas. Lo tiene todo para provocar que salgas de la sala a los diez minutos, una vez te has percatado de qué va el rollo. Lo peor: La secuencia de la mierda/mensaje divino. Apropiado regalo para: vuestros enemigos o para gastar una broma (más efectiva si el sujeto es homófobo).
La firma Ray Loriga. Calificación: desastre. Porqué: Como decía uno, no está dirigida ni para el público creyente ni para el público en general, osea que estaba condenada al fracaso; y eso ha sido. Loriga intenta tapar una historia soporífera con artificios visuales ineficaces. Lo peor: El Jesucristo de anuncio de colonia que se tira a Paz Vega. Apropiado regalo para: los que sólo ven (o dicen que sólo ven) cine español y para mi compañera Teresa Morales.
La firma Rodrigo Cortés. Calificación: anticine. Porqué: Por pretenciosa, por cargante, por aburrida, por ir de original y ser más de lo mismo, porque ni una broma tiene p*** gracia, porque tiene que incluir cámara lenta hasta cuando el protagonista se está duchando, porque no necesitamos que nos digan que los bancos nos roban, por ir de Bergman, por ir de Fincher, etc., etc. Lo peor: Leonardo Sbaraglia pretendiendo ser gracioso (culpa del guión, dicho sea de paso, no suya). Apropiado regalo para: los que mantienen orgullosamente que no ven cine anterior a 1990 y para las fans más locas del argentino.
La firma Nacho Cerdá. Calificación: desastre. Porqué: Sin rumbo, sin historia, sin sentido. La trama es sencilla a más no poder pero Cerdá no deja de taladrarnos la cabeza con recursos de manual barato (flashes, ruidos ensordecedores, saltos temporales, movimientos mareantes con la cámara, etc) para que no nos enteremos de nada. Lo peor: La última vuelta de tuerca final. Apropiado regalo para: para los que se comen cualquier cosa de terror y para mi compañera Beatriz Maldivia.
La firma Doug Lefler. Calificación: penosa. Porqué: Porque parece una parodia de la famosa trilogía de Jackson basada en la obra de Tolkien. Un telefilme lamentable vendido como superproducción espectacular. Todos los actores están fatal, pero se lleva la palma un ridículo Ben Kingsley, como un Gandalf de pacotilla. Lo peor: El mago se da cuenta que están casual y justamente en el sitio donde se oculta la legendaria espada que han venido a buscar. Apropiado regalo para: alguien a quien quieras tomarle el pelo (incluir una tarjeta que diga "¡mejor que El Señor de los Anillos!" para mayor recochineo).
La firma Darren Lynn Bousman. Calificación: estupidez. Porqué: . Porque es la peor de la cuatro. Y eso que la menos mala de la saga es sólo entretenida un par de ratos. Repetitiva, tramposa, mareante, ridícula; y con uno de los villanos más hipócritas e incoherentes que ha dado el cine. Lo peor: La frase final, para mandar a la mierda la saga definitivamente. Apropiado regalo para: vuestros familiares de entre trece y diecisiete años (previa comprobación, meramente rutinaria, de que tienen videoconsola).
La firma Xavier Gens. Calificación: penosa. Porqué: Por ser el peor ejemplo de lo que debe ser el cine de acción. Estética videoclipera, argumento absurdo y ni un solo personaje mínimamente interesante. Para colmo, el protagonista es uno de los actores más sosos e inexpresivos que hemos tenido la mala suerte de soportar en los últimos años. Lo peor: Dos de los representantes del club de los muñecos de cera, Timothy Olyphant y Dougray Scott, cara(palo) a cara(palo). Apropiado regalo para: los mismos de la anterior y para los que aprecian el cine de acción basura.
La firma Jon Turteltaub. Calificación: estupidez. Porqué: Porque repiten el mismo esquema de la primera parte pero sin preocuparse en mantener el ya de por sí bajo nivel en lo que a ritmo y emoción se refiere. Personajes de nula inteligencia consiguen todo lo que se proponen mientras nos atormentan con sus razonamientos y descubrimientos. Para tirar el dinero. Lo peor: Nicolas Cage y Diane Kruger haciendo el imbécil por orden de Justin Bartha. Apropiado regalo para: cualquier persona que no tenga ni la más mínima idea de lo que es el cine de entretenimiento y, dentro de esa inmensa masa, sólo ven cine norteamericano.