El floreciente mercado del streaming tiene a muchas compañías intentando ser la gran triunfadora en la “guerra” por conseguir una posición de hegemonía en el mercado español. Cualquier arma es válida para conseguirlo y se da la casualidad de que tanto HBO como Netflix han recurrido al terrorismo, un tema que levanta muchas ampollas pese a que ETA hace ya casi seis años que anunció el cese de la actividad armada.
Sin embargo, la estrategia de HBO y Netflix no podría ser más diferente en el caso que nos ocupa, siendo la segunda la que está acaparando un mayor número de titulares gracias a ‘Fe de etarras’ y su campaña promocional investigada por la fiscalía de la Audiencia Nacional. También es cierto que su inminente estreno juega a su favor respecto a la adaptación de ‘Patria’ que prepara HBO, pero al final la gran diferencia es que una ha apostado por el humor y la otra por el drama.
El humor satírico de ‘Fe de etarras’
Si echamos un ojo a los trabajos anteriores de Borja Cobeaga y Diego San José veremos que tienen bastante experiencia abordando el conflicto vasco -si queréis llamarlo de otra forma, ningún problema-. Lo hicieron durante años en el espacio televisivo ‘Vaya Semanita’ y los que seguíamos dicho programa de forma asidua sabemos que allí hubo espacio para bromas de todo tipo, pero jamás cayendo en el enaltecimiento del terrorismo. Más certero sería decir que se burlaba del mismo, algo que le vino de fábula a la sociedad vasca.
Años después incluso dejaron caer algún detalle en el guion de ‘Ocho apellidos vascos’ y Cobeaga incluso realizó ‘Negociador’, una notable película que abordaba una negociación entre el Gobierno Vasco y ETA para conseguir el alto el fuego. Allí también había humor, pero sobre todo una capacidad envidiable para medir la forma de abordar un tema tan espinoso de forma impecable. Con todo, pasó bastante desapercibida y seguramente por ello no se armó tanto revuelo como existe actualmente con ‘Fe de etarras’.
Siendo justos está claro que Netflix ha ido por el camino de la provocación con el famoso cartel de la película que ha llevado a la fiscalía a investigar un posible delito, pero da la sensación de que los ofendidos se traían el enfado ya de casa y ven en el mismo cosas que no hay -¿en serio alguien ve sangre en las franjas rojas que tachan la palabra español?-. Realmente sigue la línea de la apuesta por la sátira de la propia película, encajando de maravilla hasta tal punto que yo creo que merece un premio más que cualquier otra cosa.
Imagino que acabará quedándose en nada y en Netflix deben estar dando saltos de alegría con todos los titulares que han conseguido. La cuestión es que la propia película podría verse afectada, ya que en dicha compañía da la sensación de importar más armar ruido alrededor de algo que el hecho de que el producto en cuestión lo consiga. También tengo claro que seguramente ‘Fe de etarras’ nunca hubiese existido de no contar con su apoyo -Cobeaga y San José llevaban muchos años intentando hacerla-, por lo que es una situación extraña.
Y otro hilo explicando que después de media vida sufriendo a ETA, el derecho a reírme de ellos no me lo quita nadie??
— Borja Sémper (@bsemper) September 19, 2017
Sobre el tratamiento del comando de ETA en la película, la apuesta va más por el camino de reírse de ellos, situándolos en una situación absurda que les lleva a tomar una serie de decisiones que van a provocar más la risa del espectador que cualquier otra cosa. ¿Se está normalizando así la figura del etarra? En cierto sentido sí, pero nunca para convertirlo en algo remotamente parecido a un héroe, sino para dejar claro que se puede hablar de él sin tener que recurrir al miedo. Precisamente la importancia de una cinta así está en se puedan hacer bromas a su costa con toda la tranquilidad del mundo. Si ya no es tu tipo de humor, ahí no me meto.
El drama realista de ‘Patria’
Por su parte, ‘Patria’ opta por el dramatismo para revisar los efectos de ETA en la sociedad vasca en general y de dos mujeres en particular que en su momento fueron amigas. Del original literario escrito por Fernando Aramburu se ha llegado a hablar como que era poco menos que la novela definitiva sobre los años de luchar armada de ETA, aunque reducir algo tan complejo a una novela y más si tenemos en cuenta que su autor se mudó a Alemania en 1985.
Es evidente que aún está por hacerse la primera gran serie o película que refleje todo lo que supuso para el País Vasco y España la existencia de ETA y es ahí donde una propuesta como ‘Patria’ gana importancia, aún más si tenemos en cuenta que HBO prepara una serie de televisión. Esa mayor amplitud, aunque por el momento se desconozca el número de episodios, le va a dar mucho margen a Aitor Gabilondo, guionista en series como ‘El príncipe’ o ‘El comisario’, para captar todo lo que transmite la novela.
Además, ‘Patria’ habla de más de un tipo de víctima, ya que por un lado tenemos a la madre de uno de los asesinados y por otro a la de un terrorista encarcelado, ambas abordando su nueva realidad tras el anuncio del alto el fuego de 2011. Un relato sobre la búsqueda del perdón y la necesidad de cerrar unas heridas, pero sin perder nunca de vista lo sucedido. Todo ello con una narrativa singular que habrá que ver si Gabilondo sabe reflejar con acierto en su salto a la pequeña pantalla.
En el caso de ‘Patria’ casi parece que estemos hablando de una serie necesaria, de algo que tiene que hacerse para transmitir al mundo lo que fueron esas décadas en las que la presencia de ETA mediatizó la sociedad vasca. Aquí no hay espacio a la polémica por mucho que vaya a haber quien tampoco se sienta a gusto con alguna forma de retratar lo sucedido, ya que son las víctimas las que pasan a primer plano y los terroristas seguirán siendo poco menos que demonios salvo en los casos puntuales en los que haya un arrepentimiento genuino.
Lo que queda es que ‘Patria’ tiene una aureola de realismo que le sirve de escudo para cualquier crítica a priori, y hasta cierto punto también a posteriori, porque siempre habrá quien defienda que quizá no sea perfecta, pero que necesitábamos un enfoque de este tipo. Poco importa hasta qué punto sea realmente certero, simplemente ya se trae de casa esa ventaja cuando con ‘Fe de etarras’ sucede justo lo contrario.
¿Qué opción es mejor?
Mencionaba más atrás que ‘Patria’ va a acabar pareciendo una serie imprescindible, pero es que ‘Fe de etarras’ también lo es, puede que incluso más. No dudo de que va a haber más series y películas sobre el conflicto vasco desde un punto de vista más dramático -hasta ya hay alguna, mirad ‘Yoyes’ por ejemplo-, pero hacerlo desde el humor parece una apuesta kamikaze sobre el papel cuando a la hora de la verdad puede ayudar a cerrar muchas más heridas.
Pensándolo fríamente, sí, una propuesta como ‘Fe de etarras’ siempre va a molestar a alguien, ya que hay muchos puntos de vista y el haber sufrido a ETA es algo que estará asociado por siempre al dolor para no pocas personas. La cuestión es que ‘Fe de etarras’ no deja de ser un recordatorio de que los causantes de ese dolor ya quedaron atrás. No tanto como nos gustaría, pero así es. Si ‘Patria’ es el camino para llegar a la esperanza, ‘Fe de etarras’ es ir más allá con ella tras la pérdida por completo del miedo.
Dicho de forma más clara, tanto ‘Patria’ como ‘Fe de etarras’ hacen falta. Esperemos hasta poder verlas para valorarlas con calma, es tan fácil como eso. Si ya entonces te sigue ofendiendo, adelante con todas las quejas que quieras aunque me cueste entenderlas, estás en todo tu derecho de hacerlo, pero yo también de no estar de acuerdo contigo. Por mi parte, deseando ver ambas, pero no lo voy a negar, llevo años no ya queriendo ver ‘Fe de etarras’, sino esperando a que simplemente exista. Que está muy bien tener la británica 'Four Lions', pero yo nací y viví casi treinta años en el País Vasco, y en todos ellos estaba ETA aún en activo...
Ver 7 comentarios