Aprovechando que la semana pasada saltó la polémica, porque todos tenemos claro que si no hubiera sido por eso aun tendríamos que esperar semanas o meses, Antena 3 realiza esta noche una premier especial de 'Fariña', una de sus series más ambiciosas y que está basada en el libro de Nacho Carretero.
A la espera de poder ver esta noche este esperado preestreno, vamos a hablar precisamente del libro, qué es lo que podemos esperar de su adaptación y hasta qué punto está justificado el infructuoso secuestro judicial.
La mejor manera de definir 'Fariña: Historias e indiscreciones del narcotráfico en Galicia' es diciendo que es una radiografía panorámica de la cultura del contrabando en las Rias Baixas gallegas, sobre todo centrándonos en la Ria de Arousa, una de las principales vías de entrada de droga en Europa.
Y cuando digo cultura es porque, según Nacho Carretero, todo el tema del contrabando y del narcotráfico estaba en las mismas raíces y en todos los niveles de la sociedad de esa parte de Galicia. Algo que se explica durante los primeros capítulos del libro en el que repasa la evolución de cómo se llegó a donde se llegó.
De la necesidad al lujo
Todavía cuentan la historia los viejos de a raia.
Un vecino mayor cruzaba a diario la frontera entre Galicia y Portugal en bicicleta, cargando siempre un saco al hombro. Cada vez que atravesaba a raia, la Guardia Civil le daba el alto y le preguntaba qué llevaba en el saco. El hombre, paciente y educado, mostraba siempre el contenido: «es solo carbón», explicaba. Y los agentes, mosqueados, lo dejaban pasar. En el otro lado se repetía la escena: la Guardia de Finanzas portuguesa (conocidos por los vecinos como guardinhas) también registraba el saco del hombre y lo dejaban seguir pedaleando. La misma escena se repitió durante años ante el malestar creciente de los guardias fronterizos. No solo eran incapaces de encontrarle material de contrabando, sino que en cada nueva pesquisa se manchaban el uniforme de carbón. Como en el cuento de Poe, en el que la Policía registra minuciosamente una casa en busca de una carta que ha estado todo ese tiempo en primer plano, el secreto del hombre de a raia estuvo todos esos años a la vista.
Era un contrabandista de bicicletas
Partiendo de esta leyenda, Carretero aborda en 'Fariña' la singularidad del paisaje gallego: la difusa línea fronteriza y cómo el mercadeo entre aldeas de un lado y otro era habitual. Pero, sobre todo, cómo en los años de posguerra floreció el estraperlo. Primero de cosas de primera necesidad y luego de productos no tan básicos e incluso de lujo.
Esto también se producía en la costa, donde los vecinos de las rías eran testigos de numerosos naufragios e incluso de presuntos abordajes. De algún modo u otro, una porción de los habitantes de Galicia sobrevivían gracias al contrabando. Ya sea implicándose en ello, participando de él o beneficiado simplemente por llevar la gasolinera o hacer la vista gorda.
'Fariña' cuenta cómo unos pocos clanes gallegos, como Os Charlines u Os Piturros, entre muchos otros, empezaron a trabajar en el contrabando y prácticamente de manera natural dieron los siguientes pasos lógicos: del tabaco (con el que contaban con la complicidad de las tabacaleras) al hachís (¿para qué bajar "al moro" pudiendo desembarcar aquí?) y después a las drogas duras (Galicia se convirtió en el destino favorito de Colombia).
«Son herméticos. Muy cerrados. Y muy listos», repiten los investigadores como una letanía desde hace 30 años
Lo fascinante es constatar que, durante una larga época, los Sitos (los capos, para entendernos) y todo su entramado estaban en tan alta estima por la sociedad gallega que eran intocables. Tanto que hasta que no llegó una macrooperación como la Nécora, llevada por el juez Garzón, no se sintieron amenazados. Y, aún así, la mayoría de los cabecillas salieron impunes tras el juicio subsiguiente.
En febrero de 1992 concluyó el sumario, y en julio se decretó la apertura del juicio oral. «En realidad paramos porque no podíamos más», explica Zaragoza. «Era tanta la información que o poníamos un punto y final a aquello y arrancábamos el juicio, o podíamos estar años investigando. Era descomunal». Meses después se inició el macrojuicio en la Casa de Campo.
El libro de Carretero deja claro también que los implicados en el entramado no eran precisamente discretos e incluso estaban orgulloso de ello y cuenta un montón de anécdotas e indiscreciones al respecto.
Por eso me creo bastante la tesis de Tsevan Rabtan en Jotdown de que a Alfredo Bea Gondar, el alcalde de O Grove que presentó esta demanda de secuestro al libro, le entró una crisis de irrelevancia ya que aparece en un párrafo y una nota en un libro de más de trescientas páginas... y ni siquiera se le acusa de nada grave. Tanto es así que cuando leí hace unas semanas 'Fariña', pasé por esas alusiones como por otras cualquiera.
Un secuestro que, aun habiendo precipitado la post-producción de la serie, le ha dado mayor publicidad a un libro que ya de por sí ha sido un best-seller. Lo mejor es que no necesitaba esta atención porque el 'Fariña' de Carretero es excelente y absolutamente apasionante y no me cabe duda de que su adaptación por parte de Antena 3 lo convertirá en una de las series del año.