El montaje, la postproducción y el ritmo

Sin duda, dentro de las fases de producción de un programa televisivo, el montaje y la postproducción ocupan un lugar muy relevante. Con unos mismos mimbres (mismas imágenes, mismos protagonistas, mismo guión) el resultado puede ser enormemente variable según la capacidad de los profesionales de postproducción y el enfoque que se le quiera dar.

Últimamente, debido a un cambio de residencia, suelo ver bastante la televisión local de donde vivo, como medio para enterarme de qué sucede en el pueblo cosa que de otra forma tendría difícil hacer. Las televisiones locales suelen andar escasas de recursos, y sin embargo aspiran a rellenar 24 horas de programación. Como resultado de esto, nos encontramos con una práctica ausencia de postproducción en sus programas, que se reducen casi a una cámara fija y a un entrevistador / reportero.

El otro día, por ejemplo, hacían un reportaje en un colegio donde a los críos les enseñaban a cultivar plantas; y el reportaje consistía en un plano contínuo donde la entrevistadora preguntaba, uno a uno, a todos y cada uno de los niños las mismas preguntas: "¿Te ha gustado plantar la planta?" "¿Qué nombre le has puesto?" "¿Lo habías hecho antes?". Total, media horita. Esta misma pieza, en un informativo de carácter nacional, hubiese ocupado 20-30 segundos, se hubiesen extractado dos o tres planos y las declaraciones del más pizpireto de los chavales. Ritmo, agilidad, selección sólo de lo mejor. Sin embargo, este no es un problema exclusivo de las televisiones locales (que probablemente no cuentan ni con los recursos materiales ni tampoco con los eventos suficientes como para rellenar la programación a base de piezas cortas). A otra escala, sucede también en las televisiones nacionales. Un programa como "Cambio radical", por ejemplo, es capaz de ocupar todo el prime-time con solo un par de casos por programa. Y lo hace a base de insustanciales entrevistas con familares y amigos (en plató y en cámara), opiniones de los expertos, con "sorpresas" para el invitado (que si un video de tu madre, que si...). Como digo, es a otra escala pero en el fondo la situación es la misma: se alarga artificialmente algo que, por sí mismo, daría para media horita de programa.

Y es que, en el fondo, televisiones grandes y pequeñas se ven en la misma situación: rellenar muchas horas gastando lo menos posible. Y en muchas ocasiones eso se consigue a base de sacrificar el ritmo televisivo, alargando innecesariamente contenidos que, de por sí, darían para bastante poco.

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