La verdad es que no creo que la recaudación en taquilla se hubiera visto muy perjudicada si se hubiera filtrado una copia pirata de 'El Caballero Oscuro' antes del fin de semana de estreno en USA. La maquinaria del estudio había funcionado a pleno rendimiento y se había creado tanta expectación, que la muerte de Heath Ledger incluso ha servido de tirón. Luego, ayudó que nos encontramos ante una gran película, lo cual anima a ir al cine a verla en vez de hacerlo en casa en una mala copia.
Si uno lee las medidas adoptadas por la Warner para preservar la salud de la película de la aparición de una copia pirata en las redes P2P previa a su estreno, no puede más que asombrarse. Todo su planificación, realizada con 6 meses de antelación, ha sido para preservar al menos 48 horas su virginidad (en concreto la primera copia tardó en aparecer 38 horas, de una calidad malísima, y para una copia potable hubo que esperar 72 horas), momento a partir del cual el efecto se suaviza. Para ello, en el estreno australiano, que ocurrió dos días antes que el americano, se contrataron a vigilantes entre el público, con gafas especiales que percibían el calor de aquellos que hubieran introducido cámaras camcorder para grabar una copia. Sin embargo, el verdadero control lo llevaron a cabo durante la postproducción, vigilando que en la cadena de distribución desapareciese una sola copia o un dvd screener (que éste es el que de verdad pueda hacer daño por su mejor calidad), enviando a la vez a todas las salas la película. Aquí es donde se evita todo y de ahí el miedo, porque la verdad es que el público objetivo de 'El caballero oscuro', es el mismo que consume cine por Internet.
La razón de ser de que la gente vea antes de su estreno una película radica en lo que sería sacar pecho o fanfarronear ante tus amigos del logro realizado. Hacer eso con una mala copia, simplemente es no ser fan del murciélago ni de El Joker. Otros deciden optar por esta forma de ver algunos películas, para comprobar in situ que la inversión en el cine merece la pena, y aquí es donde está el miedo de los estudios previo al estreno: las posibles filtraciones y las críticas malas que sobre las películas empiecen a florecer por blogs. Son esos comentarios los que frenan el efecto del estreno.
Es decir, lo que al final busca Hollywood con toda esa parafernalia de controles, gafas especiales, medidas antipiratería, no es más que tratar de dar al espectador gato por liebre. Sin en vez de gastarse el dinero en eso, lo hicieran en dedicar más tiempo y control a desarrollar unos mejores guiones, creando una historia coherente, con buenas interpretaciones y un director bueno, más que alguien que se dedique a poner la cámara a mayor gloria de los efectos digitales, la gente no saldría despavorida de los cines, ni se pensaría que pagar 7 euros por ver una película es una mala inversión.
Los directivos siguen con la venda en los ojos. El efecto real de la disribución de películas vía redes P2P, es en la venta de DVDs, no en el taquillaje en salas. Lo curioso es que todo lo que se ha montado alrededor de esta secuela del Batman de Christopher Nolan, pierde sentido cuando éste ha apostado por entregar una película ejemplar. Si quieren hacerlo así perfecto, pero que no olviden que en este caso estamos ante cine de verdad, no ante una tomadura de pelo a cargo de una industria que sigue viendo al enemigo en aquel que al final es el único que puede salvar esta industria en decadencia. Todo un contrasentido.
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