Diez años antes de que Christopher Nolan nos haya dejado absolutamete maravillados, cortando nuestra respiración durante 107 asfixiantes minutos con su imprescindible ‘Dunkerque’, los eventos acontecidos en la localidad francesa durante la Segunda Guerra Mundial fueron retratados con maestría por Joe Wright en ‘Expiación: Más allá de la pasión’.
El director británico y su equipo, armados con una equilibrada combinación entre conocimientos técnicos y artísticos, y una necesaria dosis de coraje para hacer frente al titánico reto, recorren las playas galas en un impresionante plano secuencia de cinco minutos que captura a la perfección la desolación y el horror de la guerra. Una escena memorable, capturada por el operador de steadicam Peter Robertson, que analizaremos a continuación.
La parte técnica, material y logística
No fueron pocos los quebraderos de cabeza que sufrieron los diversos departamentos involucrados en el rodaje de la secuencia en cuestión, rodada en un sólo día —iniciando los ensayos a las 6 de la mañana y comenzando a rodar a las 6 de la tarde— con un millar de figurantes de por medio y con un mínimo uso del CGI, utilizado para crear dos inmensas columnas de humo en el horizonte.
Por encima del increíble trabajo del equipo de dirección de arte, que dio vida al set construyendo elementos como el templete musical que aparece a mitad del plano, y de los asistentes de dirección, uniformados como soldados para camuflarse entre los extras y poder dirigirlos y reubicarlos; la mayor parte del peso de la secuencia cayó sobre los hombros de los responsables de la dirección de fotografía.
- La cámara y el celuloide
'Expiación' se rodó en Panavisión, utilizando una Panaflex XL, con una relación de aspecto de 1.85:1 y rollos de película de aproximadamente 122 metros. Esto supuso el primer problema de los muchos a los que se enfrentó el departamento de cámara; ya que con la longitud de celuloide de la que disponían, la duración de los planos siempre sería inferior a la meta de cinco minutos.
En primera instancia, la siguiente opción consistía en saltar a rollos de 300 metros, lo cual resultaba inviable debido al peso que debería soportar el operador de steadicam. Por suerte, el primer ayudante de cámara Carlos de Carvahlo recordó la existencia de bobinas de 152 metros creadas para una cámara anterior de Panavision, y que les permitía aumentar el tiempo del plano sin hacer imposible la operación a causa de la carga.
- La óptica
Una vez solventados los problemas de cámara, se abordaron el encuadre y la composición. El plano secuencia requería poder contar con encuadres más amplios para abarcar la arquitectura y el escenario y, a su vez, tiros de cámara más cerrados para centrarse en rostros y detalles.
La solución pasó por la utilización de un zoom corto Panavision 17.5-34mm con control remoto usado principalmente en los saltos al punto de vista subjetivo del protagonista.
- El movimiento
En cuanto al movimiento se refiere, la cámara fue transportada por el operador de steadicam de tres formas diferentes. La primera de ellas, desde el inicio al minuto 1:03, se rodó a bordo de un vehículo conocido como "mule": una especie de carrito de golf con una plataforma en la parte de atrás al estilo de los pick-up —en algunos instantes pueden verse las marcas de las ruedas sobre la arena—.
A partir de ese momento, todo el plano está rodado a pie, a excepción del tramo comprendido entre el minuto 3:40 y el 4:09, en el que se utilizó una carretilla para llevar al operador hacia atrás siguiendo a los tres personajes. Puede notarse el comienzo del fragmento por los pequeños desajustes del encuadre y la bajada un tanto abrupta del ángulo de cámara una vez arranca el seguimiento de los tres personajes.
Después de varios intentos, este plano secuencia, por el que 'Expiación: Más allá de la pasión' será recordada, corresponde al de la tercera toma. Se intentó realizar una cuarta pero, a causa del cansancio, los músculos del operador comenzaron a fallar, perdió el timing, y se le hizo imposible subir la rampa que conducía a la parte superior del templete. El esfuerzo, como podemos comprobar, mereció la pena.
Análisis del plano secuencia
El plano secuencia arranca —a bordo de un vehículo— con un plano general del trío de soldados protagonistas, encabezado en todo momento por el Robbie Turner de James McAvoy, quien discute con un oficial.
En primer término, grupos de soldados pasan frente a la cámara hasta que la escala se centra sobre los protagónicos en un plano americano.
Después de que Turner intente ir tras el oficial, la escala del plano aumenta a general, jugando de nuevo con los términos par revelar más información sobre el escenario. Junto al sonido de disparos, el avance de Frank Mace rompe la composición...
...y la cámara se reubica en un plano frontal, siempre en relación al personaje de McAvoy y sus compañeros, dejándoles en la izquierda del encuadre mientras, a la derecha, se ve la ejecución de uno de los caballos.
Con la llegada al barco varado, la acción se ralentiza, facilitando la bajada del operador de steadicam de la mule —se puede percibir el movimiento— para empezar a caminar. A partir de este momento estamos única y exclusivamente con Robbie Turner, acompañándole primero en un plano general...
...que, tras seguir el movimiento de los papeles en el aire, se convierte en un plano corto. Cada vez estamos más dentro de su cabeza, percibiendo el entorno tal y como él lo hace.
Turner sale de cuadro, pasando en ese momento a un punto de vista subjetivo del personaje. Vemos a través de sus ojos, centrándonos en detalles y rostros mientras la música se eleva, dejando los momentos más dramáticos del fragmento.
Frank Mace vuelve a reaparecer en escena a la derecha del encuadre, subiendo al templete donde cantan los soldados. La cámara rodea el escenario en sentido opuesto a Mace, quien reaparece de nuevo a la derecha en una transición que nos devuelve con el personaje principal, de nuevo en plano medio.
Pese a no ser ya una subjetiva, la secuencia continúa sumergida en la mente de Turner. La noria del fondo —en la que puede verse a un especialista colgado que se cayó de su cesta— es el primer elemento que nos distrae del rostro del soldado.
No obstante, es la llegada de los caballos por la izquierda, junto al grito de sus jinetes, lo que propicia que se rompa el momento introspectivo, sacándonos junto a Turner de su estado de trance.
El director rompe este momento de forma muy inteligente, abandonando al protagónico durante unos instantes y siguiendo a su compañero hasta reunir de nuevo al trío inicial y sugerir una experiencia compartida por los tres, de nuevo en un seguimiento frontal en plano americano —esta vez rodado desde una carretilla— en el que los márgenes del encuadre nos aportan más detalles de la situación en la playa de Dunkerque.
Una vez los soldados llegan a su destino, la cámara sube una escaleras a sus espaldas, haciendo un último seguimiento que desemboca en un close-up al rostro de Turner, que mira al infinito hasta su salida de plano por la derecha…
…movimiento que aprovecha la cámara para ocupar su punto de vista y ofrecernos una visión general con un desplazamiento lateral de todo el escenario que hemos ido viendo fragmentado a lo largo de cinco maravillosos minutos.
Como hemos visto, el plano secuencia de 'Expiación' es un preciso ejercicio de punto de vista en el que la visión general de un acontecimiento histórico pasa de una perspectiva general a una esencialmente introspectiva en pocos minutos, fragmentando la información el pequeñas dosis para, en el último instante, bombardearnos con una instantánea que condensa todo el horror que hemos visto mediante detalles durante los primeros compases. Narrativa en estado puro.
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