Desde ayer, 9 de noviembre, se puede ir a Alcalá de Henares y empaparte del mundo del cortometraje con Alcine, que tendrá en ésta 37 edición sabor irlandés.
El acercamiento es obligatorio para disfrutar de los trabajos que la Academia de Cine ha dado la espalda con la polémica de los Goyas. Así mismo, es otra forma de ver el proceso de selección llevado a cabo por los Goya y sus 5 candidatos seleccionados, porque soy de los que piensa que el corto que gana en Alcalá, es normalmente uno (o él mejor) de los trabajados destacados del año. En este sentido, resulta curioso que la Academia no se decida a nominar nunca el trabajo de un director consagrado (y hablo de largometraje), que decide ese año realizar un cortometraje. Sus razones tendrán, de ahí la queja sobre el proceso de selección que realizan. Por ejemplo, un plato fuerte será el nuevo trabajo de Daniel Sánchez Arévalo presentado a concurso.
Además, y continuando con la espalda de la Academia a éste formato, es bueno acercarse a algunas de las páginas que habitan Internet y sorprendernos con los trabajos que se pueden encontrar. Soy de los que piensa, aunque algunos lo vean como una forma de delinquir, que la web ha venido a salvar al mundo del corto, y que es el formato que mejor se adapta para su recomendación en la blogosfera.
Así, en tucorto.net tenemos un primer acercamiento a un espacio que quiere difundir el trabajo de aquellos cortos españoles que tienen más problemas para ser conocidos. Ahora andan por los 100 cortometrajes, pero poco a poco irán creando una interesante biblioteca.
Esto se une a la labor inmensa del foro minifilms, que de cuando en cuando a uno le permiten descubrir auténticas joyas, y que se une a la sección abierta también en Asia Team, que nos acerca a buenos cortos que se realizan en todas las partes del mundo. Servidor ha utilizado poco esta última posibilidad, por falta de tiempo, pero es un error que pienso subsanar en breve. Y sé que aquí, mi compañero Carlos Caridad puede aportar bastante.
Como siempre digo, da igual de quien sea la película, no importa su duración, lo único que importa es que al menos se merece el derecho de la duda, y un visionado. Opciones de disfrutarlas, aparte de los festivales hay, y éstas suelen dirigirse más hacia la red que a las televisiones, por mucho que intenten vendernos la moto.