Pensar en los grandes nos conduce irremediablemente a hacerlo —más pronto que tarde— en esa monumental catedral del cine bíblico estrenada en 1956 bajo el título de 'Los diez mandamientos'. Una opulenta superproducción de 219 minutos presupuestada en 13 millones de dólares de la época con la que Cecil B. DeMille, de la mano de un reparto estelar, eclipsó a su ya fastuosa versión de la misma historia que firmó en 1923.
Si estoy tecleando —y tú leyendo— estas líneas no es para volver a recapitular las bondades y excesos del clásico protagonizado por Charlton Heston, sino para escudriñar cómo se rodó una de sus escenas más memorables. Me estoy refiriendo, por supuesto, al momento en el que Moisés abre el Mar Rojo; una proeza técnica y logística que sigue impresionando en plena era digital.
Gloria analógica
Si analizamos el gran plano general en el que puede apreciarse la acción, nos daremos cuenta de que está compuesto por varios elementos superpuestos en una misma imagen. Por un lado tenemos a los actores y figurantes del primer término —probablemente rodada en set—, por otro localización real filmada en Egipto en la parte central del cuadro, por otro el cielo y, finalmente, el elemento clave sobre el que centraremos nuestra atención: el agua.
Las paredes de líquido están formadas, a su vez, por distintos componentes fusionados en posproducción y, para capturarlos, DeMille y su equipo necesitaron un torrente de agua real que pudiesen controlar a su antojo. La solución pasó por la construcción de un tanque gigantesco en los estudios de Universal en el que se incorporó una hendidura en forma de U en la parte central.

Para lograr el efecto del mar abriéndose, se rodó el agua cayendo por ambos lados de susodicha hendidura hasta inundarla, obrándose la magia con un recurso tan sencillo como reproducir el metraje obtenido de forma invertida. De ese modo, da la sensación de que el fluido se separa al quedar la cavidad vacía.
Una vez dividido el Mar Rojo había que crear la ilusión de las paredes de líquido. Esto se consiguió rodando una gran cantidad de agua cayendo por una suerte de rampa similar a una cascada; material que, después, se duplicó se modificó la orientación de la copia y, nuevamente, se reprodujo a la inversa para que pareciese que el líquido desafiaba a la gravedad.

Con todas las piezas sobre el tablero, el último paso era ensamblarlas para componer la imagen final. Este proceso fue posible gracias al que fue el gran aliado del departamento de efectos especiales durante décadas; un aparatoso dispositivo conocido como optical printer —o impresora óptica— que, básicamente permite copiar película rodada mediante la combinación de una cámara y un proyector —su funcionamiento, obviamente, es más complejo que esto—.
Se estima que el tiempo empleado en materializar esta proeza se acercó a los seis meses. Un esfuerzo técnico, logístico y creativo titánico que ayudó al mago de los efectos especiales y fotográficos John P. Fulton a ganar su segundo Óscar tras su labor en la divertidísima 'Un hombre fenómeno' de H. Bruce Humberstone. Historia del cine con nombre y apellidos.
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14 comentarios
girbau
Esas escenas se recuerdan con cariño a pesar del tiempo que tienen, luego ves películas actuales con CGI lamentables….
radar-2
No sólo efectos especiales analógicos que aguantan el tiempo, está escena también tiene otros elementos perdidos: planos fijos sin mareos de cámara, alternania de grandes ángulos, y medios planos mientras que los primeros planos sólo se usan en contadísimas ocasiones (de hecho en esta escena creo que no hay ninguna), y un montaje claro al servicio de la historia que hace que todo se vea grandioso, haciendo evidente en cada momento la escala de lo que vemos y dónde está quién. Arte narrativo que se va olvidando
Estilicon
Es una peli que realmente nunca me gustó, se me hacía larga, larga, larga... Como a Moisés.
Jmgd
Excelente película donde sus protagonistas se comen cualquier efecto especial de la época.Gran enfrentamiento entre Heston y Yul que eclipsa todo lo demás .Pocos actores hay hoy en día que llenen la pantalla como lo hacían estos con sus interpretaciones.
mclane10
Historia del cine.
juank0879
Me gusta verla de vez en cuando, sigue siendo mi favorita de las mil versiones que se han hecho hasta ahora de la historia de Moises, es colosal y épica en muchos sentidos.
Pero de Charlton Heston me quedo mil veces con Ben Hur, esa sí que me apasiona verla!
mangafan001
Yo estuve en Universal Studios y el tren pasa por enmedio, en persona parece hasta ridiculo. También esta el Reloj de la Torre del Regreso al Futuro, que es sólo una fachada y varias cosas más. Por cierto, la atracción de Back to the Future es la mejor de todas, tras ver Universal Studios, Disney World me pareció aburridisimo.