Según The Guardian, Corbis, una compañía de fotografía digital propiedad de Bill Gates acaba de adquirir la Roger Richman Agency, dueña de los derechos de imagen de más de cincuenta difuntas estrellas de cine: "desde Mae West hasta los hermanos Marx, pasando por Steve McQueen y Vivien Leight.
De entrada, no sería más que una de las tantas noticias sobre ventas y adquisiciones de empresas que pueblan las páginas de los diarios, eclipsada este fin de semana, dicho sea de paso, por la reciente compra de la Metro-Goldwyn-Mayer por parte de Sony. No obstante, como apunta el diario londinense, la noticia adquiere relevancia cuando se recuerda la bíblica habilidad de Hollywood de resucitar a los muertos. Gracias a la Richman Agency, Steve McQueen protagonizó desde el más allá el remake de la famosa escena de la persecusión de Bullit, en una pieza publicitaria para promocionar un modelo de automóvil de Ford. Corbis, la empresa de Gates, planea con esta compra aumentar el número de derechos de imágenes de estrellas muertas, en su portafolio.
No sería nada extraño pues que, en el futuro inmediato, Marilyn Monroe vuelva a protagonizar el memorable plano de The Seven Year Itch (aquel en el que una juguetona corriente de aire alza su falda leve y desnuda sus piernas espléndidas), para vender alguna marca de medias de seda. O acaso James Dean participe en una campaña de servicio público para crear conciencia sobre el uso indispensable del cinturón de seguridad.
