'X-Men' fue una de las películas más importantes durante los inicios del boom por el cine de superhéroes que aún hoy perdura. Pronto se realizaron dos secuelas que dieron forma a una trilogía de la que no estaba muy claro cómo seguir adelante. Varios personajes principales murieron en una tercera entrega que se convirtió en la más taquillera hasta entonces pero también dejó una sensación de insatisfacción que había que hacer desaparecer cuanto antes.
La solución por la que optó Fox fue echar manos de las precuelas. Creo que nadie se atrevería a discutir que era lógico que apostasen por Lobezno por el gran recibimiento que tuvo la interpretación de Hugh Jackman. El desastre artístico fue indiscutible -en taquilla mal no le fue a 'X-Men Orígenes: Lobezno', eso sí-, pero todavía faltaría para que llegase el momento en el que Fox decidió que la continuidad daba igual con tal de poder seguir exprimiendo a los personajes de Marvel.
Cuando todo tenía sentido
Siendo justos, se pueden decir muchas cosas malas de 'X-Men Orígenes: Lobezno', pero el único desajuste que contribuyó a provocar -me refiero a Deadpool- no se debe en ningún caso a esta película cuyo mal sabor de boca nos quitó 'X-Men: Primera generación'. Una cinta refrescante que permitía a Fox empezar de nuevo sin depender de la trilogía anterior, pero la compañía tenía otros planes.
Era lógico que Fox quisiera volver a probar suerte con Logan en 'Lobezno inmortal', una película muy diferente a 'X-Men Orígenes: Lobezno' que fue la culpable de unir el pasado y el presente de la franquicia a través de una, eso sí, estupenda escena post-créditos que trajo de vuelta a Patrick Stewart como el Profesor Xavier. La saga se enfrentaba entonces a su mayor reto hasta ahora y 'X-Men: Días del futuro pasado', que supuso el regreso a la franquicia de Bryan Singer, tenía la misión de dejarlo todo bien atado
'X-Men: Días del futuro pasado' echó mano del estimulante recurso de los viajes en el tiempo para unir a la nueva generación de superhéroes con la que se presentó en 'X-Men', utilizando a Lobezno como principal elemento de unión. De esta forma, Singer se permitió ignorar casi por completo -la muerte de Jean Grey es la principal excepción- los hechos que tuvieron lugar en 'X-Men: La decisión final' y 'X-Men Orígenes: Lobezno', pero ciertos detalles empezaban a no encajar.
Los cambios de 'X-Men: Días del futuro pasado' y la contradicción de 'Deadpool 2'
Alguno se podía llegar a pasar por algo como el hecho de que en 'X-Men 2' se mencione una escuela dirigida por Emma Frost en el ordenador de Stryker para que luego el personaje aparezca en 'X-Men: Primera generación' con el rostro de January Jones para desvelarnos en 'X-Men: Días del futuro pasado' que el personaje ha muerto. Pero lo que verdaderamente lo complica todo es si nos paramos a pensar un poco en la edad de los personajes.
La acción de 'X-Men' transcurre en el año 2000 y se ha confirmado que 'X-Men: Fénix Oscura' tiene lugar en 1992. Apenas ocho años de diferencia para asimilar que Michael Fassbender va a convertirse en Ian McKellen o James McAvoy en Patrick Stewart. Dejando a un lado las diferencias físicas, simplemente es imposible creérselo. Una vez dicho esto, ¿qué queda fuera de la línea temporal que provoca 'X-Men: Días del futuro pasado'?
Todo lo que no sucede en 1845 de 'X-Men Orígenes: Lobezno' forma parte de las dos líneas temporales, como también lo que vemos en 'X-Men: Primera Clase', pero 'Días del Futuro Pasado' crea esa segunda línea temporal que continúan 'X-Men: Apocalipsis' y concluye con 'X-Men: Fénix Oscura'.
El problema es que una de las escenas post-créditos de 'Deadpool 2' lo complica todo aún más. Los que la hayan visto recordarán que el protagonista viajaba atrás en el tiempo para asesinar al Deadpool de 'X-Men Orígenes: Lobezno', película que ya había sido eliminada de esa línea temporal. El problema es que los guionistas de 'Deadpool 2' han confirmado que eso forma parte del canon de X-Men...
¿Y 'Logan' qué?
Nos queda el caso de 'Logan', una película cuyos responsables mencionaron que se encontraba en un universo ligeramente diferente, pero técnicamente todo sucede en un futuro no explorado por el momento, por lo que perfectamente podría haber sucedido todo lo que sucede en la película de James Mangold. El único pero realmente importante es la aparición de Caliban.
El personaje interpretado por Stephen Merchant en 'Logan' podría ser el mismo que el que tuvo el rostro de Tómas Lermaquis en ‘X-Men: Apocalipsis’. En este caso ambas películas forman parte del mismo universo temporal, por lo que el clavo al que podemos agarrarnos es que Merchant llega a mencionar que le confunden con otro en la película, aunque suena más a querer que le dejen en paz. En ambos casos se toman ciertos elementos, aunque no los mismos, del original del cómic.
Y a todo esto hay que añadir 'Los nuevos mutantes', cuya conexión más directa es justamente con 'Logan', ya que en ella un personaje tiene una visión que incluye otro centro de mutantes situado en México que es donde fue creada Laura/X-23 (Dafne Keen), por lo que se sitúa varios años antes que la despedida de Jackman del personaje y en ese especie de universo aparte del que hasta ahora solamente formaba parte esta película.
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