Traspasamos el ecuador de 'Bruja Escarlata y Visión' ('WandaVision') con su episodio quinto, que ha estrenado Disney+ esta mañana a las 9 y si has llegado hasta este post virgen de spoilers, nuestra más sincera enhorabuena porque serás de los pocos afortunados que lo ha logrado. Las redes sociales arden por ello, pero ese no es el debate que nos interesa. O, por lo menos, no tanto.
Por supuesto, si no has visto el episodio 5 de 'Bruja Escarlata y Visión', no sigáis leyendo porque nos vamos a meter en la trama. ¡Ojo, spoilers!
He de reconocer que mi principal curiosidad con 'En un episodio muy especial...', título del capítulo de hoy, giraba más en torno a cómo iba a continuar la serie a nivel de formato que por cómo se desarrollaba la trama. Aquí soy más de la opinión de Kiko, de ojalá se quedase en sitcom pura, que de Víctor, que vio en el cuarto un hilo de esperanza al que aferrarse. No es que no me intrigue qué está pasando, pero me gusta mucho el formato y cómo logran hacer buenos episodios de sitcoms.
Doble escenario
Así que desde Marvel Studios han decidido que, tras el interludio, quedaría raro que volviésemos al esquema de "solo sitcom", así que nos encontramos con un híbrido. Tras comenzar con su propia 'Los problemas crecen' (y el grandioso opening), volvemos al campamento de S.W.O.R.D. para seguir viendo la investigación en torno a qué está pasando en Westview.
El que este primer fragmento swordiano esté puesto justo tras la intro no es casualidad ya que es un momento muy propicio para el primer corte publicitario de una serie en abieto. Parece querer decir que esta es la serie de Wanda, que lo de SWORD es el comentario aprovechando la "pausa". A partir de ahí, el episodio ha ido intercalando sendas localizaciones en lo que tanto ellos como nosotros intentamos establecer las reglas de este mundo.
Porque Darcy, el Agente Woo y Rambeau son casi tan espectadores como nosotros. De hecho uno de los peros que se puede poner al cuarto episodio es, precisamente, que no descubre nada nuevo. Que sus respuestas son más "cosas entre bambalinas" que revelaciones importantes. Este trío es el que recolecta la información, mientras comprobamos que Wanda está siendo tratada como terrorista.
Por cierto, hay un momento que personalmente me llamó la atención y que hace que por muy tema de marcas registradas el haber cambiado el título original para usar el alias de Wanda en su lugar resulta extraño cuando se dice claramente que, al contrario de otros superhéroes, la protagonista no tiene ningún nombre en clave. En el Universo Cinemático Marvel, Wanda Maximoff no se llama Bruja Escarlata. Por lo menos a efectos narrativos, otra cosa es marketing.
Hermanos trágicos
Pero, sin duda, lo más comentado es la aparición de Evan Peters. Sobre su llegada a la serie había muchas incógnitas. Por un lado, por ser Pietro/Mercurio en la segunda etapa de películas de 'X-Men'. Pero, por el otro, sabemos que el hermano de Wanda murió en 'Vengadores: Era de Ultrón'.
Su llegada a la serie marca un momento muy metatelevisivo. Algo que verbaliza la espectadora más importante de la serie, Darcy, con un "She recast Pietro?" ("¿Le ha dado el papel de Pietro a otro?"). El recast ha sido siempre una práctica habitual en la televisión ante la certeza de que los actores no estarán disponibles eternamente o fuesen despedidos. Ciñéndonos a las sitcoms Carol en Friends (Anita Barone/Jane Sibbet) o la tía Vivian (Jane Hubert/Daphne Maxwell Reid) son solo algunos ejemplos.
La aparición de Peters como Pietro cumple con la tradición inmemorial de terminar un episodio con la aparición de un personaje importante para los protagonistas, que vuelve a irrumpir en sus vidas tras un tiempo de separación por algún motivo. En esta ocasión es interesante porque Wanda parece tan extrañada como nosotros, en un momento en el que acaba de jurar que ella no tiene nada que ver con lo que está pasando.
Su llegada interrumpe el que quizás ha sido el momento de más carga dramática de la serie: la discusión con Visión, quien está sumando dos y dos y acusa a su mujer de tener a todo el pueblo secuestrado y manipulado por alguna extraña razón. Él mismo nota que también está manipulado.
Y ahí es donde parece radicar este segundo acto de la serie: hasta qué punto está Wanda controlando todo lo que pasa en Westview. Está claro que, al menos, de algo es responsable. Si lo es de todo, es lo que está por ver. No es difícil, además, imaginar a otros villanos de Marvel tirando en realidad de los hilos. Está, por ejemplo, el Amo de las marionetas (que sería, un punto de entrada para Los 4 Fantásticos) o incluso, y aquí mi teoría loca, que todo esto fuese obra de Mojo.
Wanda: esposa, madre, hermana
En cualquier caso, e independientemente del grado de implicación (si total o parcial) de la protagonista en todo este complot, este episodio incide en que Westview es el lugar feliz de Wanda. Su refugio, su atalaya en la que poder ejercer de lo que siempre ha querido: expresar su amor como esposa, como madre y, también, como hermana.
Un lugar idílico en el que no cabe la tragedia y, si cupiera, la maestra de la manipulación de la realidad se encargaría de arreglarlo. Es la incapacidad para lidiar con la tragedia el puro centro de una serie paradójicamente divertida.
Ahorra más de un 20% en la suscripción anual (69,99€) o mensual (6,99€) a Disney+ antes del 23 de febrero.
Ver 65 comentarios