Puede que, junto al lavado de cara de la división cinematográfica de DC —ahora DC Studios—, los disparates de Zaslav al frente de Warner Bros. Discovery y el acuerdo entre Legendary y Sony, la gran noticia de 2022 en lo que respecta a la industria cinematográfica hollywoodiense haya sido el regreso inesperado de Bob Iger al puesto de presidente ejecutivo de Disney.
La llegada de Iger, cuyo punto de vista sobre el funcionamiento de la compañía es diametralmente opuesto al de su predecesor Bob Chapek, ha estado marcada por las intenciones de volver a un modelo de producción en el que se apueste por la creatividad y la calidad en detrimento del volumen de producciones; una estrategia que se verá reflejada en cines y en Disney+ a partir del próximo año.
La calidad se paga
Según ha recogido el medio The Direct, el volumen de producción y contenido original para la gran pantalla y la plataforma de streaming de La casa del ratón disminuirá en un 20% respecto al objetivo que se marcó para este 2022, probablemente con las recientes pérdidas de 1470 millones en mente. En el informe anual de 2021, la compañía anunció lo siguiente:
"En el año fiscal 2022, el plan de Disney Studios es producir aproximadamente 50 títulos, que incluirán películas y programas episódicos de televisión, para distribución cinematográfica y/o en nuestras plataformas directas al consumidor".
En el informe de este año puede leerse exactamente lo mismo, a excepción de que los títulos planeados son únicamente 40. Una cifra que, pese al descenso, continúa siendo considerable con unos tres estrenos mensuales entre los doce meses del año fiscal.
Esta maniobra estará acompañada del anunciado aumento de precio de la suscripción a Disney+, que en estados unidos se hará efectiva este mismo 8 de diciembre, y que verá incrementada en un 37%, subiendo de los 8 dólares mensuales a los 11, dejando el pago anual en 110 dólares respecto a los 80 actuales. El único modo de evitar la subida será suscribirse al próximo servicio con anuncios.
Ver 18 comentarios