Quien más, quien menos, ha experimentado en algún momento de su infancia —e incluso preadolescencia— alguna experiencia desagradable ligada a un terror irracional hacia alguno de esos objetos de aspecto generalmente humanoide a los que denominamos "muñecos". En mi caso, la encargada de quitarme el sueño y de hacerme correr por el pasillo de casa era una muñeca de porcelana de aspecto homicida —o así la veía yo—, pero la diversidad de estas criaturas inanimadas —o eso quieren hacernos creer— es abrumadora.
Es más que probable que el séptimo arte y el mundo catódico tengan gran parte de la culpa de que muñecos de ventrílocuo, marionetas y monigotes de todo tipo de materiales y formas nos hayan helado la sangre en algún momento mientras nos miran con esos ojos carentes —a priori— de vida.
Es por esto que, con el retorno de la infame Annabelle en su segundo filme en solitario subtitulado 'Creation', nos ha parecido el momento oportuno para hacer un repaso a 19 ejercicios de terror que ha hecho desfilar a los muñecos más malrolleros por nuestras pantallas, grandes y pequeñas. Una suerte de terapia de choque para tratar esa pediofobia latente que todos llevamos dentro.
'Ataque diabólico' (Bert I. Gordon, 1958)
Empezamos esta lista con una propuesta que no encaja al cien por cien con la idea preconcebida que tenemos sobre el cine de muñecos cabroncetes. Y es que en este clásico de Bert I. Gordon —'El imperio de las hormigas'— no son los muñecos los que cobran vida, sino que los seres humanos son convertidos en muñecos vivientes. Un revulsivo en clave de terror a 'El increíble hombre menguante' con un diseño de producción y una dirección de arte geniales.
'La dimensión desconocida: El muñeco' (Abner Biberman, 1962)
De entre todos los tipos de muñecos, probablemente sean los de ventrílocuo los más proclives a generar escalofríos gracias a sus ojos móviles y a esas marcadas comisuras que les permiten articular los labios. El primero de los varios que aparecerán en este listado es el grotesco Willy, quien hace la vida imposible a su dueño Jerry Etherson en este episodio de 'La dimensión desconocida'. ¿Está Willy realmente vivo o es tan sólo un delirio de Etherson causado por su alcoholismo?
'La dimensión desconocida: La muñeca viviente' (Richard C. Sarafian, 1963)
Seguimos en el mundo catódico de 'La dimensión desconocida', esta vez de la mano de Tina Parlanchina, una muñeca de voz dulce y no muy buenas intenciones que irrumpe en un hogar algo disfuncional para perturbar la paz del arisco Erich Streator, el cabeza de familia. Dirigido por Richard C. Sarafian, responsable de la fantástica 'Punto límite cero', 'La muñeca viviente' posee la inmensa mayoría de elementos que ahora asociamos al subgénero de los peleles asesinos. Imprescindible.
'El muñeco diabólico’ (Lindsay Shonteff, 1964)
Camina, habla, ve y asesina. Así describe el tráiler de 'El muñeco diabólico' las funciones principales Hugo, el horripilante muñeco del hipnotizador y ventrílocuo conocido como El gran Vorelli, cuyo espectáculo destaca por el libre albedrío de su marioneta en el escenario. Aunque sobre las tablas todo sean risas, el hecho de que cada noche se tenga que encerrar al bueno de Hugo en una especie de jaula de contención no dice nada bueno de él, ni mucho menos de su dueño.
‘Trilogía del terror’ (Dan Curtis, 1975)
Se que no debería ser así, pero siempre he encontrado especialmente entrañable al muñeco Zuni de la 'Trilogía del terror' de Dan Curtis. El antagonista del tercer fragmento de la antología televisiva, poseído por el espíritu de un cazador aborigen conocido como "aquél que mata", siempre será recordado por su feroz aspecto, sus dientes puntiagudos, sus greñas y su lanza pero, a pesar de sus instintos criminales, más que huir de él, dan ganas de hacerle un hueco en la vitrina en la que tengo expuestas las figuras de acción.
'Magic – El muñeco diabólico' (Richard Attenborough, 1978)
De entre todos los que veremos a lo largo de este artículo, Fats es, probablemente, el mayor y más inquietante representante de los muñecos de ventrílocuo malignos de la historia del subgénero. Su turbador aspecto y, especialmente, su voz, prestada por un Anthony Hopkins cuyo papel en este clásico de Richard Attenborough le sirvió para cosechar nominaciones a los BAFTA y los Globos de Oro en la categoría de mejor actor, son motivos más que suficientes para haberlo incluido en nuestra macabra colección.
'Poltergeist' (Tobe Hooper, 1982)
Damas y caballeros, con todos ustedes la que, probablemente, sea la película causante del mayor número de traumas infantiles relacionados con los muñecos de entre la gente que ronde o haya superado la treintena. El maldito payaso del clásico de Tobe Hooper nos ha acompañado a muchos en nuestras peores pesadillas, y aún hoy día invita a mirar de reojo a cualquier figura inanimada que tengamos cerca de la cama antes de ir a dormir. Lo peor de todo es que sigue siendo tan aterrador como el primer día.
'Dolls' (Stuart Gordon, 1987)
Stuart Gordon, ese genio de la Serie B que debutó en 1985 con la genial 'Re-Animator', firmó en 1987 esta 'Dolls', que bebe en parte del concepto de 'Ataque diabólico'. En ella, un grupo de excursionistas terminará pernoctando en la casa de una pareja de fabricantes de muñecas, descubriendo que sus creaciones son en realidad personas miniaturizadas reconvertidas en juguetes. Un estimable ejercicio de terror sobrenatural con un imaginario envidiable y unos efectos especiales más que notables.
'Muñeco Diabólico' (Tom Holland, 1988)
Pensar en muñecos asesinos es hacerlo automáticamente en el "bueno" de Chucky, su peto vaquero, sus ojos azules, su cabellera pelirroja y sus irrefrenables ganas de matar. Un icono indiscutible del cine de terror contemporáneo al nivel de Freddy, Jason, Myers y compañía, cuyo legado ha derivado en seis secuelas dominadas actualmente por un refrescante y divertidísimo tono que ha hecho hueco a la comedia más negra y salvaje entre el terror propio de los inicios del personaje.
'Puppet Master – La venganza de los muñecos' (David Schmoeller, 1989)
Los títeres homicidas creados por David Schmoeller en este largometraje de 1989 fueron el germen de una longeva franquicia que se ha extendido a lo largo de prácticamente tres décadas y doce filmes que han terminado alcanzando unos niveles de delirio argumental considerables —el arco argumental de los juguetes nazis es de traca—. Ojo, porque está en plena producción una nueva parte de la saga escrita nada más y nada menos que por S. Craig Zahler, director y guionista de 'Bone Tomahawk' y 'Brawl in Cell Block 99'.
‘Juguetes asesinos’ (Peter Manoogian, 1992)
Mucho antes de asociarse con Christopher Nolan para dar forma a su trilogía de 'El caballero oscuro', David S. Goyer firmó el guión de 'Juguetes asesinos': un olvidable filme de terror que seguía la estela de la infinitamente superior 'Puppet Master' —franquicia con la que colisionaría en el crossover 'Puppet Master vs Demonic Toys' en 2004—. Pese a no aportar nada nuevo respecto al filme de David Schmoeller, muchos recordamos con especial cariño los diseños de los engendros protagonistas en general, y el del horrendo Babydoll en particular.
'Los Simpsons: La casa-árbol del terror III' (Carlos Baeza, 1992)
No podríamos dejar fuera de esta recopilación a la familia amarilla más famosa de América y, más concretamente, al fragmento 'El muñeco sin piedad' del tercer especial de 'La casa-árbol de terror'. Uno de los mejores capítulos temáticos de Halloween de la serie con el que no puedo evitar soltar una carcajada automática tras escuchar al pelele parlante de Krusty decir aquello de "¡Soy Krusty el payaso y no te quiero nada!". Oro puro que nos hace echar aún más de menos la época dorada de 'Los Simpson'.
'La venganza de Pinocho' (Kevin Tenney, 1996)
'La venganza de Pinocho' es todo un clásico de las estanterías de videoclub de finales de los noventa —custodiada generalmente por carátulas memorables como las de 'Infierno blanco' y 'El dentista 2'—. Un desastre cinematográfico con un infame muñeco de madera como leitmotiv al que no se le podría catalogar como "plenamente viviente"; y es que el monigote en cuestión hace gala de una rigidez —no se le mueven ni los ojos— que convierte el visionado de la cinta en una experiencia hilarante.
'Buffy Cazavampiros: 'The Puppet Show' (Ellen S. Pressman, 1997)
Regresamos de nuevo al panorama televisivo junto a la eterna 'Buffy Cazavampiros' de Joss Whedon. De entre todos los episodios memorables de la serie protagonizada por Sarah Michelle Gellar, uno de mis favoritos es, junto al maravilloso musical 'Once More, with Feeling', el noveno de la primera temporada, emitido bajo el título de 'The Puppet Show'. Para el recuerdo queda el muñeco de ventrílocuo Sid y el mal rato que les hace pasar a Giles, Xander y compañía.
'Saw' (James Wan, 2004)
La temática de la multimillonaria franquicia de terror 'Saw', iniciada en 2004 de la mano de James Wan, no tiene nada que ver con el subgénero de los muñecos vivientes. No obstante, pese a no contar con vida propia, la icónica personificación del asesino Jiggsaw a través de este monigote sin nombre a bordo de su inseparable triciclo es lo suficientemente grotesca como para merecer un puesto en nuestro repertorio.
'Black Devil Doll' (Jonathan Lewis, 2007)
La propuesta más demencial de la lista es la aberrante 'Devil Black Doll': una suerte de homóloga * blaxploitation* de 'Muñeco diabólico' protagonizada por un muñeco negro con pelo a lo James Brown poseído por el espíritu de un violador y asesino en serie ejecutado en la silla eléctrica. Sexo, fluidos corporales, lenguaje malsonante y una factura y reparto femenino dignos de la peor película porno se dan la mano en una delirante hora y cuarto de lo más cutre, casposa y salvaje que nadie debería perderse bajo ningún concepto.
‘Silencio desde el mal’ (James Wan, 2007)
La segunda de las tres aportaciones de James Wan a la lista es esta 'Silencio desde el mal': una nueva muestra del poderío del director a la hora de asustar al respetable como es debido. En este caso, la obsesión de Mary Shaw —la principal antagonista del filme— por crear el muñeco de ventrílocuo perfecto nos deja una nutrida colección de estos títeres de entre los que destaca Billy, cuya siniestra imagen fue el eje central de la campaña promocional de la película.
'Expediente Warren: The Conjuring' (James Wan, 2013)
Aunque ya tenga dos largos en solitario, la primera aparición de Annabelle tuvo lugar en la fantástica 'Expediente Warren: The Conjuring' que dirigió James Wan —quién, visto lo visto, debe tener algún tipo de filia extraña con los muñecos— en el año 2013. Además de revitalizar el género de terror con un ejercicio sobresaliente, el realizador malasio dio a luz a la sucesora espiritual de Chucky como la muñeca diabólica por antonomasia de esta generación.
'The Boy' (William Brent Bell, 2016)
Nada como un muñeco de porcelana del tamaño de un niño de ocho años para cerrar esta lista. Por si el aspecto de Brahms no fuese suficiente para helar la sangre del espectador más aguerrido, debemos sumar el comportamiento de un matrimonio que trata al juguete como si fuese su hijo; lo más normal del mundo. Es una lástima que, pese a contar con momentos de lo más inspirados, finalmente 'The Boy' no sea más que un cúmulo de los clichés del subgénero pero, a falta de terror e innovación, tenemos a Lauren Cohan llenando la pantalla y entregándose a la causa.
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