Ayer el cine italiano volvió a recibir palo en el Festival de Venecia. Esta vez le tocó el turno a Vicenzo Marra, por L’ora di punta, un film que denuncia la corrupción extendida en diversos cargos de la Administración italiana, a través de un policía (Michele Lastella) que seduce a una mujer poderosa (Fanny Ardant) para utilizar sus contactos.
El público pataleó, silbó y protestó tras la proyección, tachando la película de telefilm y a su protagonista de inexpresivo, como poco. Por si os apetece curiosear, el trailer tampoco tiene tan mala pinta.
Más suerte tuvo Nightwatching de Peter Greenaway, que muestra la vida de Rembrandt (Martin Freeman) a través de uno de sus cuadros más famosos, "La ronda nocturna". En Cineuropa se encuentran disponibles algunas imágenes del film, que en general convenció a la crítica.
Después se desveló la tradicional película sorpresa que también participa a competición en la Sección Oficial. Se trata de Mad detective de Johnnie To y Ka-Fai Wai, que cuenta, con la violencia habitual, la historia de un detective expulsado del cuerpo por padecer esquizofrenia. No contentó a todo el mundo, pero comparada con la italiana, se podría decir que salió bien parada.
Fuera de competición pudo verse Cristovão Colombo – O Enigma de Manoel de Oliveira, y se contó con la presencia española, por un lado de Victor Maldonado y Adrià García, que tal como comentó mi compañera Beatriz presentaron Nocturna, y por otro de Pere Portabella con El Silencio antes de Bach.
Hoy les toca el turno a las dos últimas películas que compiten en la Sección Oficial, Chaos de Youssef Chahine y 12 de Nikita Mikhalkov. Ya está casi todo el pescado vendido.
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