Ayer viernes 9 de marzo arrancó de forma oficial la XV edición de la Muestra Syfy de Cine Fantástico de Madrid. Ya os comentamos que en Espinof vamos a volver a cubrirla este año y la primera jornada se saldó con cuatro películas vistas: 'As Boas Maneiras', 'A Day' ('Ha-roo'), 'Downrange' y 'Brawl in Cell Block 99'.
El bagaje fue bastante positivo, ya que disfruté en mayor o menor grado con tres de ellas y la única que salió mal parada fue el tipo de película ideal para fomentar esa tradición de la Muestra Syfy de permitir a los asistentes a la sala 1 dar rienda suelta a su imaginación cuando lo que sucede en pantalla no está a la altura. Pasemos sin más dilación a repasarlas de forma individual:
'As Boas Maneiras', dos películas en una con un mal final
Una curiosa aproximación a la licantropía que se toma las cosas con calma y en líneas generales huye de los lugares comunes de este tipo de relatos. Se nota además cierta sensibilidad en el tratamiento de la historia que también se traslada a los personajes, consiguiendo así cierta empatía por parte del espectador, tanto cuando la historia gira más alrededor de un amor romántico cuando es la maternidad la que pasa a primer plano.
El problema es que los directores y guionistas Marco Dutra y Juliana Rojas realizan una transición satisfactoria entre una y otra mitad, lo cual hace que te cuesta un poco entrar en la segunda. No obstante, lo realmente problemático es su desenlace, que fracasa con estrépito cuando opta por lo sentimental -el uso de las canciones se queda muy lejos de conseguir el efecto deseado- y la parte violenta, exquisita hasta entonces, se ve muy dañada por lo poco creíble que resulta uno de los detalles esenciales de la resolución.
'A Day', tensión de calidad pese a estar un poco alargada
Hace ya varios años que cotizan al alza los thrillers realizados en Corea del Sur y estamos ante un buen ejemplo de ello. Usando como punto de partida un retorcido bucle temporal, el director y guionista Sun-ho Cho pronto convierte a 'A Day' en una experiencia vibrante que parece que nunca va a desfallecer. Mientras la ves cuesta creer que vaya a ser capaz de mantener ese vigoroso ritmo durante su ajustado metraje, pero es que se guarda varios ases en la manga para que el interés nunca decaiga.
Es verdad que llegado cierto momento empieza a haber una serie de pausas, tanto para que haya alguna escena de mayor intensidad emocional como para recurrir a ciertos flashbacks necesarios para aclarar lo que sucede. Ahí es está otra de las claves, y es que se van introduciendo varios giros que nos llevan a repensar lo ya visto y a evaluar a los protagonistas de otra forma. Al respecto merece la pena destacar también el muy convincente trabajo de su reparto, esencial para que la credibilidad de la historia no decaiga.
El problema es que pese a su limitada duración -apenas llega a los 90 minutos de metraje- llega un punto en el que da la sensación de estar estirándolo todo para que simplemente no sea demasiado corta. No se convierte en algo realmente negativo, pero sí que empaña un poco lo que podría haber sido un grandísimo thriller y acaba quedándose "solamente" en uno que merece mucho la pena.
'Downrange', un bodrio risible
Tras un inicio que parece encaminado a convertirse en la enésima revisitación de 'La matanza de Texas', 'Downrage' pronto deriva en una de esas películas que lo confían todo a un punto de partida potente -un francotirador abre fuego sobre unos jóvenes en una carretera en mitad de ninguna parte con muy mala cobertura para el móvil- sin un desarrollo convincente y con unos personajes tan estúpidos que uno simplemente desea que sean asesinados cuanto antes y de la forma más dolorosa posible.
A su favor conviene resaltar que el director Ryuhei Kitamura demuestra cierta personalidad a la hora de construir algunos planos, pero de nada sirve su llamativa realización cuando encajan muy mal dentro del conjunto. Más allá de eso hay algún momento gore curioso y un par de instante en el que la comedia proviene de la propia película y no de la recepción que tiene el espectador de la misma. Es ese tipo de propuesta que te morirías de aburrimiento viendo solo, pero que de tan mala que es puede servir para pasar el rato vista en la compañía adecuada.
'Brawl in Cell Block 99', una sucesora a la altura para 'Bone Tomahawk'
Tenía muchas ganas de ver el nuevo trabajo de S. Craig Zahler tras la notable 'Bone Tomahawk' y el resultado no me ha decepcionado. Por venir de él ya me esperaba que esos arrebatos de violencia iban a estar bastante medidos y que todo iba a derivar en una explosión final que iba a ser un gran colofón para lo visto previamente. Así es y no me sorprendería que algunos acaben decepcionados si simplemente quieren ver a un imponente Vince Vaughn repartiendo estopa a diestro y siniestro.
La cuestión es que 'Brawl in Cell Block 99' tiene un estilo formal más propio de un thriller explotation de hace varias décadas, pero detrás se nota un trabajo mucho mayor de lo habitual en este tipo de cintas. El guion progresa con calma pero siempre teniendo la vista encima de lo que va a suceder a continuación, preparando siempre al espectador pero sin acelerar nunca más de la cuenta, ni siquiera cuando esa imprescindible violencia gana importancia.
En este último punto resulta determinante la aportación de Vaughn, ya que desde la escena en la que destroza el coche de su mujer antes de solucionar el problema de forma dialogada queda claro que dentro de él hay una bestia pero que también tiene la capacidad de controlarla para que se ajuste a sus necesidades. Ese dominio transmite tranquilidad sobre lo que está por venir, construyéndolo todo hacia un inevitable desenlace que es casi una bajada literal a los infiernos. ¿Previsible? Sí, pero todo encaja igual de bien que en 'Bone Tomahawk' en un género muy diferente. Mucho mérito.
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