Las nominaciones a la próxima edición de los Emmy, el día 25 de agosto, se han hecho públicas esta misma tarde, y enseguida han surgido las reacciones habituales a ellas, alegrándose por las inclusiones de determinados actores y series y, sobre todo, indignándose por haber dejado fuera a otros que también lo merecían. A estos premios les cuesta mucho salirse de sus costumbres, y tienden a reconocer siempre a las mismas series (habitualmente, además, las más populares entre la industria), así que no es extraño que se olviden de todo lo que puede resultarles más extraño.
En las nominaciones de 2014, sus idiosincrasias han vuelto a quedar claras. Siguen favoreciendo al cable por encima de las networks (el último reducto de éstas son las categorías de comedia), siguen nominando a los nombres más conocidos (especialmente si vienen del cine), y siguen ignorando cualquier cosa que huela a ciencia ficción. Además, el jaleo montado este año con lo que es una miniserie casi ha ocultado las habituales quejas porque los Emmy, al final, no ven la televisión. Pero aparte de los olvidos dolorosos, también hay sorpresas interesantes.
Lo que los Emmy han hecho bien
Que 'Orange is the new black' fuera a arrasar en las nominaciones de comedia es una sorpresa muy relativa, porque en todas las quinielas figuraba con bastantes posibilidades. Que esté dominando las candidaturas de actriz invitada (con Uzo Aduba, Natasha Lyonne y Laverne Cox) tal vez entraba un poco menos dentro de lo esperado por cómo son los gustos de la Academia, más que por otra cosa. De todos modos, en comedia (que es donde ha habido más renovación de candidatos) ha sorprendido que 'Silicon Valley' haya desbancado a 'Girls' entre las nominadas a mejor serie, y también que Ricky Gervais esté como mejor actor por 'Derek', que en Estados Unidos se ve sólo en Netflix.
Gervais, de todos modos, es uno de los "niños mimados" de los Emmy ('Extras' tuvo bastante reconocimiento en su momento), así que es una sorpresa relativa. Sí lo ha sido que Lena Headey haya visto por fin su nombre entre las secundarias por drama por 'Juego de tronos'. Los premios parecen no fijarse en nadie más del reparto de esa serie que no sea Peter Dinklage, pero después de la nominación el año pasado de Emilia Clarke, Headey y Diana Rigg como invitada han conseguido que el título de HBO tenga más candidaturas en interpretación.
Entre los secundarios es donde se han producido las inclusiones más celebradas por los críticos, como la de Kate McKinnon por 'Saturday Night Live', reconociendo que se ha transformado en la actriz más eficaz del programa, y su nueva estrella tras la marcha de Kristen Wiig. Wiig, por cierto, ha logrado también una nominación inesperada como mejor secundaria de miniserie por la parodia 'The spoils of Babylon'. Otras sorpresas han sido las doce nominaciones de 'Cosmos', más por el número que otra cosa, o que la última temporada de 'Treme', de sólo cinco episodios, figure entre las candidatas a mejor miniserie. Al menos, eso que se lleva con su entrega final.
Lo que han ignorado
Como de costumbre, podría confeccionarse otra lista de nominaciones independiente con los olvidos más significativos de los Emmy. Lógicamente, el que más ruido ha hecho es el de Tatiana Maslany (por segunda vez), pero aquí confluyen varias circunstancias que complican mucho que puieda conseguir una nominación: es una actriz desconocida (este año, ya no tanto, pero para los Emmy no es Claire Danes), está en una serie de ciencia ficción como 'Orphan Black' y, de remate, ésta se emite en una cadena con poco tirón como BBC America. La temática también ha dejado fuera a 'Hannibal' y, curiosamente, Elisabeth Moss no ha podido este año ser nominada por 'Mad Men', cuando en 2013 hizo doblete con ésta y con 'Top of the lake', y siendo candidato hasta Robert Morse (en invitados).
Los Emmy siguen "pasando" de 'The Americans', excepto para reconocer a Margo Martindale como invitada, pero ni la serie, ni Matthew Rhys, ni Keri Russel existen para ellos. 'Masters of Sex' ha tenido algo más de suerte con las nominaciones a Lizzy Caplan, Beau Bridges y Allison Janney, pero ni Michael Sheen ni la serie han podido redondear la jugada. Aunque, para olvidos que han levantado polvareda en la categoría de mejor drama, el de 'The Good Wife', que parecía que llamaría la atención de los académicos con una estelar quinta temporada, pero que no ha podido colarse en el sexteto final. Cuando los Emmy dejan de nominarte, es muy difícil que vuelvan a hacerlo.
Se ha apuntado también que Charles Dance merecía una nominación por 'Juego de tronos', o que si Joe Morton es candidato por 'Scandal', entonces también debería haberlo sido Bellamy Young como mejor secundaria de drama. Además, se han echado en falta sendas candidaturas para 'Brooklyn Nine-Nine' y para Adam Samberg, por ejemplo. Y, ya puestos a soñar con imposibles, Sophie Turner era igualmente merecedora de haberse estrenado entre las secundarias de drama por 'Juego de tronos'. Así son los Emmy, están muy marcados por sus inercias y cuesta mucho que viren su rumbo.
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