De acuerdo a un cable de la agencia de noticias A.P. que he leído esta mañana, tal parece que la película de Alexander Payne ha desatado una especie de "Sidewaysmanía" en California.
Sideways fue rodada en el bucólico valle de Santa Inés, ubicado a 2 horas y media de las ciudad de Los Ángeles en California y a 45 minutos al norte de Santa Bárbara. Su trama es el recuento del recorrido que Miles y Jack, dos amigos, realizan por la región vinícola "en busca de vinos, de mujeres y de sí mismos" -como reza el lema de la película- justo antes de la boda de Jack.
De modo pues que no es extraño que la película haya despertado el interés turístico por los vinos, viñedos y restaurantes de la zona. Frank Ostini, dueño de Hitching Post II, uno de los comedores que aparecen en Sideways, ha tenido que encargar a sus proveedores 50 mil servilletas más para los próximos meses, porque sus clientes se las llevan como souvenirs. En apenas tres meses se han repartido 10 mil mapas del recorrido de los protagonistas, y la oficina de turismo de Santa Bárbara ha hecho imprimir 30 mil más para atender las demandas de los turistas que quieren seguir la ruta de Miles y Jack. El mapa también ha sido descargado de Internet unas 5 mil veces desde que fuera puesto en línea el pasado diciembre.
Sideways, un filme de modesto presupuesto, está protagonizada por Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virginia Madsen y Sandra Oh. Desde su estreno, ha recaudado cerca de 50 millones de dólares en taquilla en los Estados Unidos, ganó el Globo de Oro y ha sido nominada a cinco premios Oscar.