'In the Loop' del debutante Armando Iannucci venía precedida de excelentes críticas, algún premio y sobre todo unas enormes expectativas. Y más cuando participa en la sección oficial, donde hasta ahora los dramas y las tragedias estaban decayendo la moral de los presentes (junto a la calidad infame de algunas de ellas). Por suerte, 'In the Loop' ha supuesto una reconciliación con el buen cine y, de paso, ha acumulado sonoras carcajadas en la sala.
Cuenta en el reparto con actores de primera, aunque no demasiado conocidos por estos lares como Peter Capaldi, Tom Hollander o Steve Coogan, pero tan brillantes como la aparición estelar de James Gandolfini (sin olvidarnos de Anna Chlumsky, a la que se recuerda por 'Mi chica' con Macaulay Culkin hace ya bastantes años). La cinta está basada en la comedia televisiva de la BBC 'The Thick of It' (de auténtico culto, por cierto). Resulta una comedia ácida, alocada, brillante y con un ritmo tan vivo como ágil resulta cada diálogo encadenado en un ritmo endiablado. Aunque, por otra parte es clara deudora de la brillante serie mencionada, de la que traslada buena parte de sus principales valores e ingredientes.
'In the Loop' se burla del poder, de los miembros del gobierno y de sus argucias para mantenerse en sus puestos, así como la toma de decisiones cruciales, vista desde un punto de vista tan humorístico y sarcástico que resulta todo un disparate de lo más divertido. Personajes reputados como el secretario de Estado británico para el Desarrollo Internacional, que está retratado cual esperpento. Diálogos magníficos, que suponen un sobresaliente ejemplo del más hilarante humor británico. Y una realización tan deudora de la mejor televisión (en clara referencia a 'The Office') que quizás sea el único pero que se le puede poner.
La cinta retrata con habilidad e inteligencia, y sin renunciar a la caricatura más sarcástica, al poder político. En un relato, que juega con la mezcla hábil de ficción y realidad, sobre la previsible guerra en Oriente Medio provocada por un tropiezo del todo absurdo pero completamente divertido. Ahí tenemos, a la plana mayor del gobierno británico y del norteamericano, enfrentados, poniendo sobre la mesa sus diferencias, similitudes y no dejando títere con cabeza. A la par, que se juega en segundo plano con las diferencias notables entre estadounidenses e ingleses, pero ambos ridiculizados en sus tópicos.
Brillante trabajo de narración, pero también interpretativo en un duelo dialéctico, soez, ácido y acertado, de todo el reparto. Una excelente vuelta de tuerca a los dobles significados, a los juegos de palabras y un borboteo constante de insultos (habrá sido muy complicada de doblar) y réplicas a cual más ingeniosa. Y todo ello con un tema de fondo tan grave y crucial como es una guerra con grandes repercusiones internacionales.
Como indicaba, quizás su mayor pecado radique en querer aproximarse con demasiado apego a la realización televisiva, como si un episodio especial de 'The Thick of It' se tratase, pero no por ello se puede desestimar el trabajo de Iannucci, que recordemos debuta en el largometraje con este título. Todo resulta un teatro de guiñol por donde pasean importantes figuras de la vida política, aunque ninguno escapa al sarcasmo más incisivo y resulta una comedia de gran altura.
Contiene alguna que otra secuencia desternillante que consigue el aplauso inmediato de la platea. Esta película, si el jurado se dejase llevar por las sonrisas en vez de por las lágrimas aburridas vistas hasta el momento, debería ser la ganadora del Festival de Cine Europeo de Sevilla (recordemos que se estrenará el próximo 4 de diciembre). Además, aprovechando que se realiza un homenaje a los "New Brits", qué mejor ocasión para otorgarle el Giraldillo de Oro con todo merecimiento (si es que no nos encontramos con alguna otra sorpresa de aquí al sábado). Sobresaliente.
Ver 7 comentarios