Ya vale de dramones, enfermedades y sollozos. Por fin he visto en la Seminci una película desenfadada, que no contiene las típicas/tópicas escenas de música lenta con la mirada perdida del protagonista al fondo. No me malinterpreten. Me encantan los dramas, pero el exceso de azúcar, como el que propone este festival, es algo que no recomendaría ningún médico. Yo soy más de solomillo, de patatas fritas con salsa picante. Más cenar cosas contundentes y menos intentar arrancar la emotividad a base de dulces lacrimógenos.
En ese camino va 'Estómago', coproducción italo-brasileña dirigida por Marcos Jorge, que es todo un canto al buen comer, al vino añejo, a la nueva cocina, a la educación culinaria y que propone la hostelería y en concreto la cocina como una forma práctica y real de salir adelante y encontrar nuevos caminos.
Raymundo "Romero" Nonato (João Miguel) es un nómada muerto de hambre que entra en una cafetería, come, se queda dormido y no tiene dinero para pagar. El dueño del establecimiento le obliga a limpiar la cocina por no poder pagarle, y a partir de ahí inicia una ascendente trayectoria como ayudante de cocina, terminando en un restaurante de bandera llamado Bocaccio, a las órdenes del sabio restaurador Giovanni (Carlo Briani), mientras mantiene una relación con la prostituta Iria (Fabiula Nascimento). Simultáneamente, vemos una trama paralela (¿pasado o futuro de la anterior?) en la que Nonato está en la prisión, y lucha por ganarse un respeto dentro de la celda comunitaria donde vive. Gloriosa, en este aspecto, la descripción de la jerarquía salvaje de la cárcel, donde uno puede subir y bajar continuamente de estamento.
Es una historia de un hombre luchando por ganarse un lugar en el mundo, por encontrar un sentido de la vida que se adecúe a sus necesidades y sus cualidades. Nonato es rematadamente tonto, en apariencia ingenuo como un crío, pero sus deseos de trabajar, aprender y hacer las cosas bien, le lleva a salir de su estátus de vagabundo para encontrar sus propias ambiciones y darles forma.
Lo mejor de 'Estómago', una película que, por cierto tiene una interesante banda sonora, es su ritmo, que hace que sus casi dos horas de duración no se hagan largas, porque la historia es la de la evolución del protagonista. Asimismo, su humor, sobretodo en sus vivencias en la cárcel, ayuda a conectar con el espectador de una forma muy saludable. No es una evolución sólo desde el punto de vista "profesional", sino que esa lucha de Nonato por conseguir lo que quiere, unido a sus problemas con el alcohol, nos lleva a una intrahistoria que resulta muy atractiva y rica en matices. Y es que, como vemos al final, 'Estómago' acaba siendo una suerte de variante de la novela 'El perfume'. Lo que la diferencia de la obra de Patrick Süskind es su fijación por el purismo gastronómico, y no por el olfato y los aromas.
Que Nonato no es quien resulte ser al principio, puede verse en algunos detalles, como esos monólogos a sus compañeros de celda donde, a pesar de su incultura, demuestra carisma y audacia. 'Estómago' es una buena película, arriesgada y divertida, que hace pasar un buen rato sin muchas trampas narrativas ni efectos de guión. La actuación de João Miguel destaca por saber ofrecer un personaje complicado y mucho más interesante al final que al principio.
Reacción del público: ovación.
En Blogdecine:
- Mi cobertura de la Seminci 08.