Sundance también es un festival singular para los premios. Los dos grupos principales de galardones se establecen en torno a los dos grandes espacios que forman el corpus central del evento: U.S. Competition y World Competition, es decir, las películas de producción estadounidense por un lado y todas las demás por el otro.
Estos dos grupos se dividen a su vez en "dramatic" y "documentary" (films de ficción y de no ficción, respectivamente) así que, teniendo en cuenta que Sundance otorga premios del jurado y del público, podríamos decir que, en realidad, no hay una película triunfadora del festival, sino ocho. Sí, todo un lío bajo la nieve.
Bien, no se preocupen por este abrumador igualitarismo, ésa es la teoría, pero en la práctica, la película que gana el Premio del Jurado de la competición estadounidense, se considera como la ganadora del Festival. Empecemos este artículo hablando de ella.
‘The Miseducation of Cameron Post’
Comentábamos en el primer artículo que le dedicamos a la presente edición del Festival de Sundance, la atención que había que prestarle a la segunda película de la directora neoyorquina Desiree Akhavan, una realizadora que ya nos había sorprendido con aquella punzante comedia que era su ópera prima, ‘Appropriate Behavior’.
Ahora, cuatro años después de aquello, Akhavan acaba de hacerse con el Premio del Jurado del certamen cinéfilo estadounidense gracias a ‘The Miseducation of Cameron Post’, adaptación de la novela de Emily Danforth que narra el coming of age de una adolescente, recluida por su familia en un centro terapéutico para extirpar (!) sus tendencias lésbicas.
Obviando la naturaleza, falible per se, de cualquier fallo de un jurado, sí nos parece que ‘The Miseducation of Cameron Post’ es una propuesta cuanto menos notable, no sólo por su cuidado trasfondo argumental destinado a la autoaceptación de las opciones sentimentales, sexuales etc. de chicos y chicas que se encuentran con las eternas dudas adolescentes, sino también por el tono general que esconde, bajo un leve maquillaje de comedia, una profunda reflexión sobre dichos conflictos y por la nada afectada dirección de Akhavan, capaz de conmover sin necesidad de recurrir a innecesarios artificios.
Por cierto, gracias por recuperar para la causa a Chloë Grace Moretz, Miss Akhavan.
‘Kailash’
Más conflictivo resulta asumir como propia la decisión del Jurado de otorgar el Premio al Mejor Documental USA a la película de Derek Doonen, ‘Kailash’, hagiografía, más que biopic o ensayo, del primer Premio Nobel de la Paz de nacionalidad india, Kailash Satyarthi, renombrado activista que busca la abolición del trabajo infantil en la clasista sociedad hindú.
Obviamente, sólo podemos situarnos a favor de causas tan justas como las que motivan a Satyharthi en su lucha y a Doonen en su retrato, pero también consideramos que el director obvia la distancia de seguridad que debe establecerse entre objeto y sujeto. La supresión de ese espacio intermedio transforma, en demasiadas ocasiones, el esbozo en caricatura y al espectador crítico en autómata capaz sólo de asentir una vez suprimida su capacidad analítica.
‘Of Fathers and Sons’
Más cercano y honesto nos parece el documental de Talal Derki, ‘Of Fathers and Sons’. Derki,que ya obtuvo el premio al mejor documental de su categoría con ‘Retorno a Homs’, vuelve a Siria para indagar en las raíces mismas que han dado origen y sostienen al casi frustrado Califato Islámico. Para ello, muestra las reverberaciones del ISIS en una familia, especialmente en los dos niños de la casa: Osama y Ayman, sometidos por presión familiar, por obediencia o convencimiento a la causa de la jihad.
El objetivo de Derki se centra en esta multiplicidad de causas, haciéndonos ver la difusa línea que las separa, la imposibilidad de evitar, por una u otra razón, el destino marcado de los niños de la guerra.
'The Guilty'
Entrando en otra categoría de premios, debemos mencionar el que el público del festival, a través de sus votos, decidió conceder al habilidoso thriller de Gustav Möller, ‘The Guilty’. Si le otorgamos este calificativo al film danés es por su doble capacidad para tocar temas muy sensibles en esta sociedad de la que formamos parte (secuestro, malos tratos…) sin caer en lo obvio o en lo provocativo, así como para mantener con cierto ingenio (aderezado con unas gotas de fullería), la tensión de un relato con un solo protagonista en un único espacio físico.
Cierto, no es el culmen de la originalidad en cuanto a su premisa (baste recordar ‘Buried’ de Rodrigo Cortés como antecedente más o menos cercano), pero parece una de las películas que más fácilmente encontrará su nicho de mercado, más tras su compra por Magnolia Pictures. Veremos.
'Tiempo Compartido'
Otro de los films que listábamos en nuestro artículo precio con la etiqueta de “a seguir” es el segundo trabajo como realizador del mejicano Sebastián Hofmann. Sin abandonar la preocupación social tan querida en las nevadas calles de Park City, el nuevo trabajo del director de ‘Halley’ destaca por la originalidad de su premisa, a medio camino entre la narración distópica y la comedia negra familiar.
Apartamentos turísticos, una suerte de Ned Flanders mexicano y la alienación surgida de la pugna entre deseo y realidad, son los ingredientes principales de una receta que provoca más efectos cuando más incide en los componentes lisérgicos de su fórmula y que, por momentos, se vuelve placebo cuando su autor intenta darle relevancia dramática. Nada que objetar, en cualquier caso, a su recién galardonado guion. Doctores tiene la iglesia (de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).
Hereditary
Además de las películas comentadas, hay otras que también debemos destacar, son aquéllas que, pese a no haberse llevado ninguno de los premios oficiales, sí han llamado la atención en secciones paralelas, films de género alejados del cliché dominante en el certamen. Mencionemos las dos más importantes y, en primer lugar, no puede faltar 'Hereditary', la primera gran sensación del cine de terror de este año, un film que añade nuevos matices a la historia clásica de familia asediada por seres del más allá y que supone el descubrimiento de su director, Ari Aster.
Quédense con este nombre porque no es la última vez que lo van a escuchar. Protagoniza Toni Collette, que ya tiene experiencia en eso de lidiar con fantasmas, ¿recuerdan 'El sexto sentido'?.
Mandy
El otro gran momento del cine de género en Sundance se vivió gracias a 'Mandy'. La película que firma Panos Cosmatos, hijo del mítico George Pan Cosmatos (aquel tipo que nos contó el retorno a Vietnam de un joven boina verde llamado Johnny Rambo), ha sido un aluvión de sensaciones contrapuestas, de espectadores abandonando la sala entre gritos de indignación y de otros conquistados por la radicalidad de su puesta en escena y los excesos actorales de nuestro bienamado Nicolas Cage.
No es extraño que el film de Cosmatos provoque este tipo de experiencias. Para ir haciéndose a la idea de lo aleccionador que resulta su cine pueden buscar en su videoclub (virtual) su ópera prima 'Beyond the Black Rainbow'. Es una buena forma de aliviar mientras esperan que 'Mandy' llegue a las pantallas comerciales de sus salas favoritas. Ella y todas las demás de un emocionante Festival de Sundance 2018.
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