Pensaba escribir esto antes de la ceremonia, como un pensamiento en voz alta, o un grito para que 'El Orfanato' no ganase, porque considero que no es la mejor película española del año. Se ha cumplido mi deseo. Ganó 'La soledad'. Esto era lo que tenía pensado (cosa que no habría sucedido si hubiese ganado la que estaba en mente de todos).
En 1997 una película pequeña y sin muchas ambiciones, pero con muchísimo cine, 'La buena estrella', se presentó a la ceremonia de entrega de aquellos Goya sin muchas expectativas. Antes, 'Carne Trémula' se quedó fuera de las finalistas, y la película de -Jesús- Ricardo Franco se tuvo que enfrentar con 'Secretos del corazón' y 'Martín Hache', (ahora que lo pienso, vaya año). A lo que iba, nadie o muy pocos esperaban que 'La buena estrella' ganase tanto el Goya al mejor director y a la mejor película. Había funcionado en el boca a boca, pero no venía con el nombre de sus rivales. Se hizo justicia, la Academia dio un golpe en la mesa apoyando a la que sin duda era la mejor película aquel año, y que no había tenía tanta taquilla (aunque aplicable a ese año, había más calidad que cantidad).
Este año, a sabiendas que todo el mundo ha hablado de 'El Orfanato', y que en la mente de todo el mundo no podría haber otra ganadora, había otras dos películas españolas con menos nombre, pero que alzaban la copa en un brindis al buen cine, y al cine de riesgo: 'Siete meses de billar francés' y 'La soledad'. Uno apostaba más por la primera, que por la segunda, porque si pregunto a alguno de nuestros lectores si conocían de la existencia de esta película, dirán que por las nominaciones, pero si pregunto si la han visto, respondo ya yo que complicado, porque la valentía de nuestras salas fue tan poca que apenas estuvo pocos días en nuestras pantallas. Todo por no tener la enorme campaña de marketing que tenía tras de sí 'El Orfanato' (la misma que dirá mañana que ha ganado equis Goyas, esa que no dirá que no ganó el de mejor película, pero se llevó la de mejor guión por encima de Siete mesas - y sí amigo Sánchez, tu guión es de todo menos original-, en uno de los casos más incompresibles de la ceremonia de esta noche).
Por eso hoy la Academia, como ya hizo en 1997, ha hecho justicia y ha premiado al cine bueno, al arriesgado, para explicar a los no tan aficionados, que existen en el cine español otras películas que sí merecen la pena. Me alegro por esta decisión, de esa Academia a la que tanto critico. Ahora ya se sabe quién es Jaime Rosales. Ahora 'La soledad' estará de boca en boca entre la gente. Ahora se reestrenará para que sí se pueda ver en condiciones en el cine... mientras, una sonrisa se dibuja en mi cara. ¡Viva la contracorriente!
Vía | El país Más información | Trailer de 'La soledad'
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