El 20 de septiembre del año pasado se lanzaba La 10, una nueva cadena generalista avalada por el grupo mediático Vocento. Ahora, más de siete meses después, es un buen momento para echar la vista atrás y hacer balance. ¿Qué nos ha aportado este nuevo canal?, ¿cuánto ha evolucionado? La respuesta a estas preguntas es poco y nada.
Bueno, realmente no es que haya evolucionado poco, sino más bien que ha involucionado. Por que La 10 se estrenó con una oferta amplia en cuanto a contenido original que se ha ido reduciendo paulatinamente hasta quedarse en algo meramente testimonial. Así, a día de hoy sólo se mantienen en pie dos producciones propias, ‘Curri y Compañía’, el programa de access sobremesa de Curri Valenzuela, y ‘La 10 Noticias’, los informativos de la cadena.
Precisamente en los informativos es donde ahora participa Ángel Expósito, quien en los inicios de la cadena presentaba ‘La Noche 10’, un programa de debate de prime time similar a los que emiten Veo7 o IntereconomíaTV, y que acabó desapareciendo con el tiempo. También desapareció ‘Gente que cuenta’, un talk show con aroma a antiguo que se emitía en los inicios del canal.
El que ni siquiera vio la luz fue ‘En boca de todos’, el programa que iba a presentar María Teresa Campos pero que dejó tirado en el último momento. La cadena dijo que el proyecto de ese programa seguía adelante y presentó a Lucía Riaño como nuevo rostro para el magacín, pero nunca más se supo.
Así, la cadena ha ido reduciendo sus contenidos propios y sustituyéndolos con una oferta de cine de saldo, en su mayoría westerns, y alguna serie más vieja que Matusalén. Quizás lo único medio interesante que tienen ahora son las franjas cubiertas con información a raíz del acuerdo firmado con el canal Euronews. Y con estos ingredientes es normal que la cadena no levante cabeza y se haya estancado en el vagón de cola de las televisiones de la TDT.
El mes pasado, La 10 marcó un escueto 0,5% de media mensual, sólo superando a 13TV, que lleva menos tiempo emisión. En cambio, el joven canal Divinity ya se ha puesto por encima de La 10 en su segundo mes, como ya hicieron otras muchas cadenas jóvenes que levantaron pronto el vuelo. En más de siete meses, La 10 no ha demostrado más que no era un proyecto sólido.
Da la impresión de que Vocento quería tener una televisión nacional por el simple hecho de sentirse un grupo competidor también en el mercado de la TDT. Pero que se olvidaron de lo más importante, de dotar a su proyecto de una oferta televisiva solvente, con carácter y que viniese a cubrir una necesidad existente dentro del panorama convulso de la TDT. Y está claro que no han sabido cómo hacerlo, y parece que La 10 es una cadena condenada a la extinción.
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