España ya está apagada al 100%. Hemos dicho adiós al analógico y es el momento de recapitular brevemente todo lo que ha ocurrido. En principio, nadie ha muerto. La gran mayoría de personas ha sido capaz de dar el salto a la TDT, aunque tras saltar y ver cómo era el nuevo panorama, hemos comprobado que no todo es como nos lo vendieron en un principio. No hemos visto los múltiplex de los operadores completos, sino que tendremos que dar un tiempo a las nuevas cadenas. Tampoco se ha lanzado aún esa plataforma de televisión de pago que estaba en planes hace unos meses…
Y es que esto parece no haber hecho más que empezar. Ahora será interesante prestar atención a las audiencias, que naturalmente bajarán más porque se repartirán más entre tantos canales. A grandes rasgos, hemos tenido una transición de cinco años de duración hacia el sistema digital, que en principio estaba prevista para durar siete años. El recorte resultó positivo, siendo los dos últimos años en los que realmente la mayoría de personas se han pasado al digital.
Los que realmente se han puesto las botas de oro han sido los instaladores y antenistas, que en algunos lugares he podido comprobar que llegan a cobrar entre 300 y 350 euros por adaptar una antena comunitaria para comunidades de vecinos bastante modestas, como por ejemplo, de cinco pisos. Un precio que me parece desorbitado, pese a no entender técnicamente del valor puro y real que puede tener adaptar una antena.
Mis apuestas son las siguientes. Para este mismo año: el nacimiento de nuevos canales hasta completar los múltiplex. Probablemente también en este mismo año: el nacimiento de nuevos canales de pago y de esa plataforma PPV de la que tanto se habla. El año que viene: el despliegue de la televisión HD en TDT. Temas pendientes: la interactividad en TDT y los canales en movilidad y tv a través del móvil (DVB-H).
En ¡Vaya Tele! | Pagar una fortuna para poder ver la TDT gratuita