Si alguien tenía queja por haberse visto obligado a desembolsar los 30 euros que viene a costar un decodificador de TDT, que tome nota de lo que están pagando los espectadores que quedan a la sombra de las coberturas de la tele terrestre: cerca de 600 euros por casa para poder seguir viendo algo en las pantallas después del apagón analógico es lo que les está costando la broma a miles de vecinos de Lugo, que tienen que echar mano de la TDT vía satélite para no quedarse a dos velas. Y como estos de Lugo, sospecho que miles de vecinos en toda España. Es el precio del apagón analógico, que en casos como este bien podríamos rebautizar como anailógico.
Para ver la TDT por satélite se necesita instalar una antena parabólica, el cableado específico y un decodificador en cada televisor, para cuya instalación se necesitan manos profesionales, lo que supone el desplazamiento y la mano de obra de un técnico cualificado que, por regla general, tiene que viajar bastantes kilómetros hasta las recónditas zonas donde la TDT no llega, y todo eso va haciendo aumentar el coste general de la adaptación a los nuevos tiempos televisivos.
Pero eso no es todo, ya que para que un hogar pueda recibir la TDT vía satélite es necesario, por ley, que un técnico certifique y documente con todo tipo de datos, fotos incluidas, que en ese hogar no hay forma humana de ver la tele si no es desde el espacio, y eso se traduce en más costes por desplazamiento y mano de obra. Al final, lo dicho, entre pitos, flautas, decodificadores y viajes, se les va un pico a quienes lo único que quieren es ver la tele como hasta ahora.
Ya sé que soy un poco duro de mollera, pero no acabo de comprender cómo está funcionando el despliegue de la TDT, al menos en nuestro país. En un primer momento se adquirió el compromiso de 2012, año límite propuesto por la Comisión Europea, y más tarde esa fecha se adelantó al 3 de abril de 2010 como si ya tuviéramos todos los deberes hechos y no nos viniera de aquí.
Mientras tanto, hay hogares que o bien no han adaptado todavía sus antenas o bien, como es el caso que comento, no tienen más remedio que optar por soluciones caras porque la cobertura no les ha llegado (y a saber si les llegará algún día). De verdad que no acabo de comprenderlo, y tampoco es que me sirva la excusa de las montañas gallegas, que Alemania no es precisamente una llanura y llevan en digital desde hace dos años.
Visto desde otra perspectiva, Francia, Italia y Portugal, por citar países que nos quedan más cercanos, y no sólo en kilometraje, optaron por fechas más próximas al limite dado por Europa, y lo mismo hicieron en Reino Unido, de manera que en la actualidad están haciendo su transición poco a poco por lo que quizá cuando les llegue la hora lleguen los últimos, pero espero que con la faena acabada. ¿Alguien me explica por qué aquí no se ha hecho algo parecido, por favor?
Vía | La Voz de Galicia
Foto | schmilblick
En ¡Vaya Tele! | Estado de la TDT en 2009: Así acabamos el año