La casa de Seaside Heights ha cerrado sus puertas para siempre. Los guidos y guidettes se despidieron este martes de su aventura televisva después de seis temporadas de Karma, G.R.L. (Gimnasio, rayos, lavandería), cenas de domingo, borracheras, granadas, peleas, bromas, noches de albóndigas y toda la cosmogonía de 'Jersey Shore', el mayor éxito de la cadena MTV. Tanto es así que el docu-reality americano se ha convertido en franquicia y ahora son los ingleses ('Geordie Shore') y los tetes españoles ('Gandia Shore') los encargados de darle continuidad al formato (aunque a su manera).
A pesar del simplismo de su planteamiento (un grupo de veinteañeros y sus excesos veraniegos, compartiendo casa en la playa), 'Jersey Shore' nos ha dado grandes momentos. Pauly D, Vinny, Sammi, Ron, JWoww, Snooki, Deena y Mike 'The Situation' han hecho suyo el producto. Han volcado en él su "personalidad", su jerga y su modo de vida y se han revelado con ello como personajes carismáticos, cien por cien televisivos. Han sabido dar espectáculo, nos han divertido y hasta han conseguido resultar entrañables. Y eso es bastante para un grupo de gente sin, a priori, ninguna inquietud en la vida ni más preocupaciones que cuidar su imagen y engrosar su lista de conquistas. Pero al final tiene buen corazón, como demostraron en su lacrimógena despedida de este martes, que nos dejó también imágenes para los anales de la trash-tv.
Tres años siendo un fenómeno
El programa final del martes sirvió para recapitular y rememorar las vivencias de esta "familia disfuncional", entre testimonios lacrimógenos asegurando que la casa les había cambiado la vida y que nadie podría entender lo que han vivido. Lo cierto es que en muchos aspectos, el reality ha afectado a sus vidas y las ha determinado. Snookie ha tenido un bebé con la pareja que conoció durante el programa; Mike ha pasado por rehab aunque a costa de engancharse al Red Bull; Sammi y Ron, que se han pasado las seis temporadas teniendo discusiones absurdas, desproporcionadas y a veces accidentadas han decidido irse a vivir juntos. Pauly D ha conseguido pinchar en los mejores garitos...
'Jersey Shore' ha supuesto una evolución en la vida de estas criaturas. Pero también un antes y un después en la cultura popular televisiva. Porque, como rezaba la genial promo de MTV anunciando su fin, "puede que llegue el final, pero no acabará nunca". Los espectadores también hemos hecho nuestras sus frases y su forma de hablar y quedarán para siempre en el recuerdo escenas ya míticas del programa, como "los taxis están aquí" o "la hora de las camisetas", situaciones mundanas (sí, absurdas también) pero que ellos convierten en puro show.
Sin embargo, pese a esa capacidad para conectar con los espectadores de MTV, Jersey Shore también ha tenido sus detractores. Organizaciones de italo-americanos se les tiraron encima argumentando que el reality contribuía a perpetuar estereotipos, además de sentirse profundamente ofendidos por el uso despectivo del término guido. Lo cierto es que tanto ésta como las otras ediciones reivindican el chonismo como forma de vida, pero, como se aseguraba desde el propio programa, los chicos se sienten orgullosos de ser quienes son y venir de donde vienen. En cualquier caso, para ellos ser un guido se traduce en vivir por y para tu físico (rayos y gym), lavar regularmente la ropa en la lavandería, llevar cacao en los labios y bailar con el puño en alto; para las guidettes, no renunciar a ningún tipo de exceso estético. Nada que pretenda ser ofensivo. Si acaso hortera, pero con gracia.
Las criaturas de Jersey Shore
El éxito de 'Jersey Shore' quizás pueda medirse también por la cantidad de productos en los que ha derivado. Cuatro de sus protagonistas han contado con su propio spin-off en MTV, con más o menos éxito. Las últimas fueron JWoww y Snookie, con la excusa del embarazo de esta última. Pauly D despegó de Jersey hasta Las Vegas, convirtiendo su ascenso a los platos en otro reality. Y Vinny se estrenará pronto en 'The Show with vinny', un talk-show con el que abrirá las puertas de su casa en Staten Island a las celebs, les cocinará spaguetti con albóndigas y les presentará a la familia Guadagnino al completo. Un 'Con las manos en la masa' estilo MTV.
Y eso sólo si hablamos de los programas protagonizados por los chicos de Jersey. Pero es que la idea también se ha exportado, como decíamos, a otros países y a otras indosincrasias. Incluso 'Jersey Shore' ha tenido temporadas especiales, en las que todo el equipo se trasladaba a otros lugares. Fue así en la cuarta temporada, cuando los guidos viajaron a Italia para encontrarse con sus raíces y demostrar sus pobres conocimientos culturales confundiendo la catedral de Florencia con el Vaticano y en la segunda, que se rodó en Miami Beach. Con la tercera temporada, la vuelta a Jersey y la incorporación de Deena ("¿Te gustan las tetas?"), el programa vivió sus máximos históricos, batiendo todos los récords de audiencia de MTV hasta el momento, llegando casi a alcanzar los 9 millones de espectadores. Y es que guste, aberre o sea considerado un guilty pleasure, es innegable su naturaleza de fenómeno televisivo.
Aunque se repasaron los momentos estelares del programa, desde el principio de los tiempos, sin duda me quedo con la imagen del teléfono-pato reventado en el suelo; a Mike se le fuera la situación de las manos cuando descubrió que el pastel de cumpleaños que le regaló su ex había sido... ¿cómo decirlo? "Manipulado"... El capítulo se dedicó a la memoria del celebérrimo pato, un sentido homenaje. Al fin y al cabo, su papel ha sido fundamental en la casa. ¿Cuántos cuernos se habrán confesado escondiéndose tras la seguridad del pato-aparato? ¿Cuántos taxis se habrán pedido? ¿Cuántas citas conquistadas? D.E.P.
En ¡Vaya Tele! | 'Gandia Shore': la franquicia 'Shore' tiene nueva criatura
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