Si ya es harto complicado que un largometraje termine un curso cinematográfico presente en la memoria del colectivo cinéfilo sin que quede sepultado por el resto de estrenos de su año, su trascendencia a través del tiempo y su transformación en un icono de la cultura popular es poco menos que una anomalía milagrosa. Son muy pocas las afortunadas en lograr este hito, y la joya que se emite esta noche en televisión es una de las más relevantes de principios de siglo.
¡Hey, Paul!
Dando la bienvenida al nuevo milenio de la mejor forma posible, Mary Harron se atrevió a servirnos en bandeja de plata 'American Psycho', la genial adaptación de la no menos brillante novela homónima de Bret Easton Ellis cuyo propio autor consideraba imposible de trasladar al medio audiovisual manteniendo su esencia. Una predicción en absoluto acertada que encontró como mayor argumento en contra un éxito comercial y la siempre bienvenida polarización por parte de la crítica.
Definir con precisión esta película es una tarea harto complicada, especialmente en lo que respecta a su peculiar cóctel de géneros y tonos. Terror con asesinos en serie, tintes de thriller policiaco, violencia explícita y una exquisita dosis de comedia negra como el carbón se abrazan en 100 minutos en los que el estudio de personaje del aparentemente perfecto Patrick Bateman es el gran eje central de un relato tan perverso como divertido.
Formal y narrativamente impoluta, la paródica exploración de la masculinidad tóxica y la figura del yuppie arquetípico del Wall Street de finales de los 80 que ofrece Harron no sería lo mismo sin un inspirado reparto en el que, por encima de Chloë Sevigny, Willem Dafoe y un Jared Leto casi anecdótico pero esencial, brilla un Christian Bale imponente en un rol que definió como "un extraterrestre que aterrizó en la Nueva York descaradamente capitalista de los 80".
Todo lo expuesto hasta el momento, sumado al lúcido guión escrito a cuatro manos por la propia Harron y Guinevere Turner —que, por otro lado, firmaría más tarde el libreto de la horripilante 'BloodRayne' de Uwe Boll—, se tradujo en un modesto éxito en taquilla —pero éxito después de todo—, al ver convertidos sus 7 millones de dólares de presupuesto en 34 millones en todo el mundo. Suma que impulsó una infame secuela protagonizada por Mila Kunis y repudiada por Easton Ellis, quien tampoco digirió demasiado bien la original.
No obstante, como suele ocurrir con muchos otros títulos de culto, 'American Psycho' alcanzó este estatus con su llegada al mercado doméstico en 2005, perdurando hasta el día de hoy bajo la forma de memes y el desafortunado abrazo de la cultura incel y de una manosfera que parece no haber captado demasiado bien la corrosiva acidez de la producción.
Si quieres disfrutar de un banquete cinematográfico de cinco tenedores y mucho más apetecible que una cena en Dorsia, tienes una oportunidad de oro esta noche en Paramount Channel, donde la emiten a las 22:00h.
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