Docurealities que nos atrapan (XXX): Los restauradores

e: {"alt":"Rick Dale","src":"104ae6\/rick-dale_american-restoration","extension":"jpg","layout":"normal","height":403,"width":650}]]

¿Qué tendrán los docurealities para conseguir atrapar nuestra atención hasta tal punto que podemos pasarnos horas y horas viéndolos sin darnos cuenta del tiempo que ha pasado? Además, por mucho que queramos renegar de ellos en algún momento, no tarda en aparecer alguna nueva propuesta que vuelve a fijarnos en el sillón como si el resto de cosas no importasen. Eso es lo que me sucedió con ‘Los restauradores’, uno de los últimos estrenos de Xplora.

¿De qué va?

Imagino que algunos recordaréis que ‘La casa de empeños’ fue mi otra aportación a este especial dedicado al mundo de los docurealities –aunque ni por asomo es el único que veía por aquel entonces-, y ya entonces os comenté brevemente la existencia de ‘Los restauradores’. ¿Cuál fue el motivo? Pues básicamente que estamos ante un spin-off de ‘La casa de empeños’ protagonizado por Rick Dale, el manitas capaz de devolver a su estado original a cualquier objeto, incluso aquellos que se encuentran en un deplorable estado de conservación.

Son varios los docurealities en los que la restauración juega de un papel de mayor o menor, siendo la excusa habitual la de comprar productos defectuosos y encargar a otros su arreglo para proceder luego a su venta. Sin embargo, dedicar todo el programa a ello es algo que no recuerdo en otros programas de este tipo, y esa es la única razón de ser de ‘Los restauradores’, ya sea porque Rick compra algo para restaurarlo y venderlo cuando surja la ocasión o, siendo esto lo más habitual, un cliente se persona en su taller para arreglar cualquier tipo de artefacto.

Hay que reconocer que, como suele ser habitual en los docurealities, la estructura es siempre la misma: Alguien llega con un objeto para restaurar, se va dudando que Rick y su equipo puedan dejarlo como él desea, vemos luego el proceso y las complicaciones para llevarlo a cabo y al final se nos muestra la alegría del cliente al ver satisfecha sus expectativas.

¿Por qué nos atrapa?

[[image: {"alt":"Imagen de ","src":"047e19\/american-restorarion","extension":"jpg","layout":"normal","height":433,"width":650}]]

Una de las claves para que un docureality funcione es el carisma de sus protagonistas, ya que éste va a ser determinante para que el espectador no se canse demasiado rápido de una fórmula más redundante que la del procedimental más rancio. En History no tardaron en ver el atractivo de Rick Dale por sus apariciones en ‘La casa de empeños’ y por eso ‘Los restauradores’ se convirtió en su primer spin-off. Sin embargo, el resto de su equipo juega un papel vital para sostener nuestro interés.

Estamos ante un negocio ante tofo familiar, ya que en su taller encontraremos trabajando a su hermano Ron, a su hijo Tyler y a su hijastro Brettly. De entre los tres conviene destacar la relación entre los dos últimos, jóvenes irresponsables en general y con una clara tendencia a la vagancia, pero es Brettly el que se lleva la palma por una capacidad intelectual que rivaliza con la de Chumlee de ‘La casa de empeños’. Del resto del equipo destaca la química entre Kowboy y Kyle, quienes nos han regalado varios momentos de humor harto efectivo.

Pasando ya a las propias restauraciones, no tengo problemas en reconocer mi limitado interés hacia las diversas técnicas utilizadas para ejecutarlas con el mayor mimo posible –las primeras veces aún me flipaba un poco, pero llega un punto en el que resultan demasiado reiterativas-, ya que lo que realmente me motiva es el drama de baratillo que se incluye con mayor o menor acierto y, sobre todo, las anécdotas históricas sobre los elementos restaurados. Es ahí donde más se nota su naturaleza de spin-off de ‘La casa de empeños’ y bien que disfruto de ello.

Versión española

[[image: {"alt":"Siempre Coca Cola","src":"fad047\/los-restauradores","extension":"jpg","layout":"normal","height":363,"width":650}]]

No me cabe duda de que son muchos los españoles que tienen en su trastero joyitas que merecerían una restauración como dios manda, pero mucho me temo que un programa de estas características no funcionaría a gran escala en España. ¿Los motivos? La falta de dinero de muchos para permitirse alegrías de este tipo limitaría sobremanera la cantidad de clientes potenciales, la dificultad para encontrar a alguien para ser la cabeza visible del equivalente español a ‘Los restauradores’ —en History lo encontraron de pura chiripa— y el hecho de que aquí se lleva demasiado el comprar algo nuevo aunque no sea lo que realmente se necesite o tan siquiera se tuviese el dinero para ello.

Ficha Técnica: 'Los restauradores'

¿Qué tendrán los docurealities para conseguir atrapar nuestra atención hasta tal punto que podemos pasarnos horas y horas viéndolos sin darnos cuenta del tiempo que ha pasado? Además, por mucho que queramos renegar de ellos en algún momento, no tarda en aparecer alguna nueva propuesta que vuelve a fijarnos en el sillón como si el resto de cosas no importasen. Eso es lo que me sucedió con ‘Los restauradores’, uno de los últimos estrenos de Xplora.

¿De qué va?

Imagino que algunos recordaréis que ‘La casa de empeños’ fue mi otra aportación a este especial dedicado al mundo de los docurealities –aunque ni por asomo es el único que veía por aquel entonces-, y ya entonces os comenté brevemente la existencia de ‘Los restauradores’. ¿Cuál fue el motivo? Pues básicamente que estamos ante un spin-off de ‘La casa de empeños’ protagonizado por Rick Dale, el manitas capaz de devolver a su estado original a cualquier objeto, incluso aquellos que se encuentran en un deplorable estado de conservación.

Son varios los docurealities en los que la restauración juega de un papel de mayor o menor, siendo la excusa habitual la de comprar productos defectuosos y encargar a otros su arreglo para proceder luego a su venta. Sin embargo, dedicar todo el programa a ello es algo que no recuerdo en otros programas de este tipo, y esa es la única razón de ser de ‘Los restauradores’, ya sea porque Rick compra algo para restaurarlo y venderlo cuando surja la ocasión o, siendo esto lo más habitual, un cliente se persona en su taller para arreglar cualquier tipo de artefacto.

Hay que reconocer que, como suele ser habitual en los docurealities, la estructura es siempre la misma: Alguien llega con un objeto para restaurar, se va dudando que Rick y su equipo puedan dejarlo como él desea, vemos luego el proceso y las complicaciones para llevarlo a cabo y al final se nos muestra la alegría del cliente al ver satisfecha sus expectativas.

¿Por qué nos atrapa?

Una de las claves para que un docureality funcione es el carisma de sus protagonistas, ya que éste va a ser determinante para que el espectador no se canse demasiado rápido de una fórmula más redundante que la del procedimental más rancio. En History no tardaron en ver el atractivo de Rick Dale por sus apariciones en ‘La casa de empeños’ y por eso ‘Los restauradores’ se convirtió en su primer spin-off. Sin embargo, el resto de su equipo juega un papel vital para sostener nuestro interés.

Estamos ante un negocio ante tofo familiar, ya que en su taller encontraremos trabajando a su hermano Ron, a su hijo Tyler y a su hijastro Brettly. De entre los tres conviene destacar la relación entre los dos últimos, jóvenes irresponsables en general y con una clara tendencia a la vagancia, pero es Brettly el que se lleva la palma por una capacidad intelectual que rivaliza con la de Chumlee de ‘La casa de empeños’. Del resto del equipo destaca la química entre Kowboy y Kyle, quienes nos han regalado varios momentos de humor harto efectivo.

Pasando ya a las propias restauraciones, no tengo problemas en reconocer mi limitado interés hacia las diversas técnicas utilizadas para ejecutarlas con el mayor mimo posible –las primeras veces aún me flipaba un poco, pero llega un punto en el que resultan demasiado reiterativas-, ya que lo que realmente me motiva es el drama de baratillo que se incluye con mayor o menor acierto y, sobre todo, las anécdotas históricas sobre los elementos restaurados. Es ahí donde más se nota su naturaleza de spin-off de ‘La casa de empeños’ y bien que disfruto de ello.

Versión española

No me cabe duda de que son muchos los españoles que tienen en su trastero joyitas que merecerían una restauración como dios manda, pero mucho me temo que un programa de estas características no funcionaría a gran escala en España. ¿Los motivos? La falta de dinero de muchos para permitirse alegrías de este tipo limitaría sobremanera la cantidad de clientes potenciales, la dificultad para encontrar a alguien para ser la cabeza visible del equivalente español a ‘Los restauradores’ —en History lo encontraron de pura chiripa— y el hecho de que aquí se lleva demasiado el comprar algo nuevo aunque no sea lo que realmente se necesite o tan siquiera se tuviese el dinero para ello.

         <li><strong>Título Original</strong>: 'American Restorarion'</li>
         <li><strong>Cadena</strong>: History (EE.UU)</li>
         <li><strong>Temporadas</strong>: 4 (2010 - actualmente)</li>
         <li><strong>Emisión</strong>: Xplora</li>
 </ul><br />

En ¡Vaya Tele! | Docurealities que nos atrapan

Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com

VER 5 Comentarios

Portada de Espinof