'Chacal': Bruce Willis se enfrenta a Richard Gere en un entretenido thriller al servicio de sus dos estrellas

Bruce Willis ha sido uno de los héroes de acción más populares que nos ha dado Hollywood. Las películas serían mejores o peores y él actuar de una forma más o menos ortodoxa, pero el hecho de verle dando vida a un villano en 'Chacal' fue toda una sorpresa cuando la cinta dirigida por Michael Caton-Jones llegó a los cines en 1997.

Además, 'Chacal' se vendía sola con el hecho de enfrentar a Willis, que ese mismo año estrenada 'El quinto elemento', con Richard Gere, al que acabábamos de ver en 'Las dos caras de la verdad'. Por desgracia, el resultado dista mucho de ser memorable, pero sí que sirve para pasar un rato entretenido, algo que podréis hacer esta noche poniendo Paramount Network en vuestros televisores a partir de las 22:00.

Un remake desigual

Remake de la excelente película homónima de 1973 dirigida por Fred Zinemann, 'Chacal' se tomó muchas libertades a la hora de adaptar la historia, pero la más importante sin lugar a dudas es sacarse de la manga el personaje interpretado por Gere. Lo curioso es que no es para que comparta multitud de escenas con Willis, ya que ambos van por separado en la abrumadora mayoría del metraje y sus escenas "juntos" podrían haberse rodado por separado sin problema alguno.

Además, su Declan puede provocar cierta incomodidad por su faceta de héroe tanto por antigua vinculación IRA como porque su subtrama romántica une su camino al de una integrante de ETA -imposible creerse a Mathilda May en ese papel-. Una llamativa decisión del guionista Chuck Pfarrer cuando eso es algo que perfectamente se podría haber eliminado para centrarlo todo en ese duelo de titanes y aligerar algo el metraje de la película.

No es lo único que quizá choque a alguien que vea la película por primera vez -lo de Willis haciéndose pasar por gay en cierto momento para conseguir sacar adelante su plan ya fue peculiar en 1997-, pero más allá de detalles concretos, lo más destacable de 'Chacal' es que consigue sobreponerse a sus limitaciones, sobre todo cuando la película se centra más en Willis ultimando su plan.

Por mi parte, siempre he tenido una especial debilidad por las escenas que Willis compartía con un por aquel entonces poco conocido Jack Black. Desde el primer momento sabes que esa relación profesional va a acabar de mala manera, pero eso no impide que uno disfrute con ella. Recuerdo que hace bien poco Quentin Tarantino alabó el final de 'Joker' por conseguir que el público pensase como un lunático cuando eso es algo que aquí va más allá al simplemente hacernos desear lo mismo que un peligroso asesino profesional.

Por lo demás, Sidney Poitier aporta serenidad en uno de sus últimos papeles en la gran pantalla -y ojo al reparto que veréis más rostros mucho más conocidos hoy que cuando se estrenó 'Chacal'-, mientras que Caton-Jones opta por no dar una gran importancia a las escenas de acción, intentando que las sorpresas del guion funcionen a modo de gancho tanto para ver cómo progresa la investigación para identificar a Chacal como para qué han contratado exactamente al personaje interpretado por Willis.

Al final, lo que ofrece 'Chacal' es una especie de versión suavizada y más fácil de digerir que la original, a la cual os recomiendo encarecidamente echar un ojo si la tenéis pendiente. Allí todo era más preciso y fascinante, mientras que aquí se vive más del carisma de sus dos protagonistas, aunque justo es reconocer que un camaleónico Willis se desvía de lo habitual en él para componer un villano frío y metódico bastante convincente, sin por ello dejar del todo de lado su faceta más juguetona.

'Chacal' gozó de un modesto éxito comercial, ya que tuvo unos ingresos mundiales de 159 millones de dólares cuando había costado 60. Eso sí, en su momento se habló más de la polémica alrededor del cartel de la película, pues presuntamente hubo una lucha de egos sobre qué nombre debía aparecer primero. Al final Willis se llevó el gato al agua pero a cambio Gere aparece en una posición más elevada...