'Alaska & Mario', la troupe más desatada en ultramar

Había pasado casi un año desde el estreno de 'Alaska y Mario', y tanto la pareja como MTV tenían un reto: mejorar lo que ya habíamos visto. La tarea era difícil, y tenían circunstancias a favor y en contra. ¿A favor? Que MTV ya sabía lo que le gustaba a la audiencia y tenían oportunidad de potenciarlo. ¿En contra? Que la pareja también lo sabía y podía acabar en el teatro más puro y duro. Siempre lo ha sido, pero había peligro de que se notara mucho más.

Al final, 'Alaska y Mario' ha concentrado en ocho capítulos todo esto y mucho más. Habíamos visto tantas veces los primeros episodios del reality que las imágenes nuevas nos resultaban extrañas y, sobre todo, tremendamente forzadas. Personajes teatreros e histriónicos, estrellas invitadas que ni pegan ni llegan y situaciones con el único objetivo de promocionar a Alaska, a Mario y a sus productos. Suerte que pronto se fueron a ultramar y pudimos olvidarnos de todo.

'Alaska y Mario', la vida en casa ya no interesa

Una de las conclusiones que saco de la segunda temporada de 'Alaska y Mario' es que la vida en Madrid de los chicos ya no tiene nada que ofrecer. Los primeros episodios del reality ya nos enseñaron su dinámica, las clases de inglés, las visitas al cirujano y las reuniones entre cervecitas con los amigos; estas escenas deberían ser ya la excepción en los nuevos episodios, porque tienen poco que aportar salvo la parida de turno de Mario Vaquerizo. Y sin embargo, casi la mitad de la temporada ha estado dedicado a eso.

Pero en esta primera mitad también hemos podido darnos cuenta de que la troupe es mucho más divertida cuando la sacas de su hábitat natural. Situaciones como la visita a los TP de Oro, la actuación en el desfile de David Delfín o los camerinos de 'El Hormiguero' salvan esta primera parte del fracaso. Fallaron en querer introducir demasiadas estrellas invitadas, algunas de ellas completamente justificadas por la situación (Miguel y Bimba Bosé en el desfile, por ejemplo), pero otras con el único objetivo de atraer audiencia o de dar visibilidad al famoso de turno. Y eso que algunos ni siquiera llegaron a aparecer, como vimos en el capítulo de las escenas eliminadas.

Parecía que Alaska y Mario habían sido víctimas de su propio éxito, que habían perdido esa falsa pero creíble espontaneidad que nos enamoró el verano pasado. Luego llegó el viaje de novios y todo se olvidó.

Los Angeles y Las Vegas, el mejor revulsivo

Fue poner un pie al otro lado del Atlántico y desatarse la locura. MTV tuvo la genial idea de llevarse a toda la troupe junto a 'Alaska y Mario', aunque realmente no creo que hubieran tenido otra opción. El reality se llama 'Alaska y Mario', pero sin las Nancys Rubias y Topacio este programa no valdría ni un duro. Allí existen multitud de atracciones para este grupo de locos, y no defraudaron a la hora de liarla parda intentando conseguir lo que querían.

La subida por la ladera al cartel de Hollywood, además de ser el momento más divertido de todo el reality, suponía el preludio de tres capítulos fantásticos que nos hicieron olvidar la morralla del principio.

Por mi coño moreno que yo subo al cartel

Es de alabar el trabajo de MTV y El Terrat con esta parte del reality. Aun a pesar de las dificultades que han debido tener para grabar las escenas y trasladarlo todo en Estados Unidos, no han renunciado jamás a un rodaje de calidad con una realización envidiable que hizo muchísimo más disfrutable este peculiar viaje de novios.

'Alaska y Mario', ¿dónde nos vamos el año que viene?

Con la renovación de 'Alaska y Mario' podemos sacar una conclusión clara, y es que la pareja y MTV han hecho una simbiosis por la que ambos se benefician del rodaje de estos episodios. La cadena saca una audiencia que triplica sus resultados medios diarios, aunque no ha alcanzado los datos del año pasado; pero sobre todo, consigue que la marca MTV esté en boca de todos, y eso también se paga. Como producto, quizá 'Alaska y Mario' no sea lo que más beneficios otorga por los costes que acarrea (aunque no paran de repetir los episodios a lo largo del año), pero el reality les ha dado visibilidad y ha servido de ejemplo para otros proyectos del grupo fuera de nuestras fronteras.

Y por supuesto, también Mario Vaquerizo y Olvido Gara (y por extensión el resto de sus amigos) han sacada muchísimo provecho del rodaje de sus vidas. Nadie puede negar la subida de popularidad de Mario Vaquerizo, su libro se vende como churros, sus conciertos se llenan, no le faltan ofertas de trabajo y las cadenas se lo rifan. Fangoria ha vuelto a estar en boca de todos, ahora sabemos quién es Topacio Fresh y que las Nancys Rubias no son el último éxito en muñecas para los Reyes de este año. Y nosotros... nosotros nos reímos hasta reventar con sus vidas. Que tomen nota de este año y se los lleven muy lejos la próxima temporada.

En ¡Vaya Tele! | 'Alaska y Mario' vuelven con toda la troupe

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