Voddler es un servicio de video bajo demanda que guarda ciertas similitudes con Netflix y Hulu en cuanto a que dispone de un considerable catálogo de series, documentales y películas para ver de forma gratuita sustentadas por publicidad o bien para alquilar por un precio razonable. Lo llamativo de Voddler es que el 80% de su catálogo se ofrece en modalidad gratuita (el 20% restante es pay per view) y los números que lo sustentan son bastante llamativos: 2200 películas, 1500 capítulos de series estadounidenses y 280 documentales.
Un catálogo modesto para televisión que no tiene nada que ver con el que pueden ofrecer Netflix o Hulu, pero interesante. Voddler tiene acuerdos con las principales majors de cine y buenas productoras audiovisuales estadounidenses, pero no con las networks ni las cadenas de cable que producen la mayoría de series en las que nosotros estaríamos principalmente interesados, en cierta medida, justificado por la existencia de otros servicios que distribuyen este contenido en EE UU. Sin embargo, puede que Voddler abra una puerta a la distribución internacional de este tipo de series de televisión.
Lo positivo de la noticia es que Voddler abrirá dentro de muy poco en España. Ya lo están anunciando en su página, en donde te puedes registrar para recibir una invitación. Por otra parte, otra de las cosas llamativas de Voddler es que disponen de buenos acuerdos con la BBC y el servicio tiene una sólidas bases europeas que pueden hacernos pensar positivamente en el futuro de la distribución de series y programas de televisión dentro de nuestro continente, aunque quizás el contenido que más destaque en Voddler referido a televisión sean, a día de hoy, los documentales.
De cualquier manera, el panorama en este campo audiovisual va comenzando a dibujarse y Voddler representa un comienzo que puede quizás hacer reflexionar a más de un responsable o entidad responsable a cambiar su pensamiento respecto a la distribución y explotación de contenido. Algunos de los problemas de mayor peso por los que Netflix no entra en España, aunque ellos quieren intentarlo durante 2011, proceden en líneas muy generales, de los productores de contenido internacional y su negativa a modificar determinados modelos de negocio/explotación.
Vía | Héctor Milla
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