Si preguntas a buen puñado de cineastas (o si indagas en su biografía), la mayoría coincidirán en que hay dos tipos de películas que desearían hacer al menos una vez: un musical y un western. Aquí tenemos uno de los que lo logró, aunque solo sea lo segundo, y lo consiguió relativamente pronto en su carrera. Hablamos de Sam Raimi, que en el último año ha vuelto a ser apreciado gracias al retorno de su Spider-Man las pantallas y a su nueva aproximación a Marvel con 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'.
El director de cámara inquieta y zigzagueante se metió en los polvorientos mundos del lejano Oeste y en los peligrosos duelos a pistola en poblados de mala muerte, con un reparto realmente increíble y haciendo una exhibición espectacular y divertida. Aun así, no todo el mundo trató (o trata) con cariño el fabuloso descaro de 'Rápida y mortal'.
Be quick or be dead
Es hora de una segunda oportunidad para la película ahora que se puede ver a través de Netflix. Siguiendo al fenómeno de 'Instinto básico' y precediendo a la aclamación de 'Casino', Sharon Stone aprovechó su elevado estatus en Hollywood para sacar adelante este proyecto con apuestas firmes, desde el propio Raimi como director hasta a un joven Leonardo DiCaprio por el que tuvo que luchar por ser un completo desconocido.
Stone lidera una función en la que también asoman actores del nivel de Gene Hackman y Russell Crowe. Interpreta a una misteriosa forastera armada con un formidable revolver que llega a una pequeña ciudad en la que se produce una competición de pistoleros. Fama y dinero son los alicientes para meterse en los mortales duelos, aunque para ella el verdadero objetivo es el hombre sin escrúpulos que domina la ciudad.
La película tiene los elementos de acción y venganza bien manejados para hacer una película trepidante, entretenida y estimable. Su reparto está espléndido en sus respectivos roles, desde la extranjera con pasado torturado de Stone, el condenado personaje de Crowe que trata de sobrevivir a un duelo más, el contundente villano de Hackman o el descarado joven de DiCaprio que trata de impresionar a su padre a toda costa.
'Rápida y mortal': western descarado
Personajes variados que ayudan a dar color a una película que, por otro lado, disfruta mucho enfatizando la parte más eléctrica y vistosa del western. Raimi hace de nuevo varias de sus piruetas visuales que no sólo le dan un carisma particular a 'Rápida y mortal', sino que ayudan a mantener un dinamismo que mantiene el conjunto entretenido de inicio a fin.
No se topó con aclamación y a duras penas cubrió su presupuesto de 35 millones de dólares. Pero la consolidación de Raimi como director de Hollywood, especialmente a través de la parte fantástica del blockbuster, arroja otra luz a su convulsa etapa en los noventa. Empezando por esta divertidísima pieza con la que se quitó la espinita del western (y a la que autoreferencia puntualmente en la secuela de 'Doctor Strange').
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