Ahora le están cayendo todos los laureles con ‘Oppenheimer’, aunque muchos argumentarían que a Christopher Nolan deberían haberle llegado con su increíble reformulación del cine de superhéroes en ‘El caballero oscuro’, con su formidable toque realista y esa increíble dinámica entre justiciero y villano. Pero incluso esa increíble Gotham que parece Chicago tiene mucha influencia de la poderosa fuerza callejera de un clásico como ‘Heat’.
El calor del peligro asomando en cada esquina
Uno de los mejores thrillers de todos los tiempos, con un duelo para la historia entre Al Pacino y Robert De Niro, con increíbles espadas secundarias como Val Kilmer. Todos al servicio de un Michael Mann magistral, que lleva al máximo nivel su visión del cine de acción con ambiciones y un poco de arte y ensayo. Una imprescindible película que puedes ver en Netflix por tiempo limitado, ya que el 31 de marzo es el último día que sigue en la plataforma.
En ella, el implacable y experto ladrón de bancos Neil McCauley (De Niro) sigue a rajatabla su filosofía para hacer los atracos perfectos: lucrativos y sin llamar la atención de la policía. Pero él y su banda están en el radar del detective Vincent Hanna (Pacino), que se vuelca por completo en su cacería de criminales aunque se pueda desgastar su vida personal, distanciado de su esposa y de una hijastra que idolatra.
En esas filosofías, tan dedicadas como extremas, reside el conflicto supremo de los personajes de Mann (llamarlos héroes resulta de todo menos apropiado). El ladrón que trata de no tener ataduras que le distraigan o le hagan cometer un desliz que suponga su final, y el policía que no puede encontrar el equilibrio entre ser el hombre que su familia necesita y ser el justiciero que está dispuesto a ser por la ciudad.
El director nos lleva a través de una Los Ángeles altamente estilizada y tensionada, donde el calor del peligro asoma en cada esquina para todos los personajes. Todos están desarrollados con suficiente mimo y textura, quizá derivado de los orígenes del proyecto como serie de televisión, y es capaz de mantenernos intrigados durante tres horas con esa atmósfera opresiva y fascinante.
Es todo un templo para esa clase de thriller adulto que ya no obtenemos (y cuando tenemos la oportunidad, como en el regreso del director con ‘Ferrari’, lo dejamos de lado), siendo capaz de ser al mismo tiempo la glorificación de los señores intensos y también el mejor reflejo de lo absurdos que pueden llegar a ser. Y, por si fuera poco, tiene la mejor secuencia de robo a un banco jamás rodada (ese sonido que puede llegar a ser ensordecedor). Una obra maestra.
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